X9 LIVES MAN: HISTORIA AGRIDULCE DE AMORES TAIWANESES
Si bien no tan conocido como el manga japonés, el cómic taiwanés está viviendo una verdadera época de oro, nacional e internacionalmente. Esto no solo se debe a la calidad de los manhua (漫畫, es decir, “historietas”) producidos en la isla en los últimos años, sino también a los ingentes esfuerzos por parte del gobierno de promover su creación y su circulación en el exterior.
Antes de reseñar x9 Lives Man – Wallow in Light (九命人 – 溺光), de la joven y talentosa Monday Recover (星期一回收日), historietista galardonada con un gran número de reconocimientos entre los cuales destaca el premio de plata en los Japan International Manga Awards de 2022, considero oportuno contextualizar muy brevemente la historia reciente del noveno arte en Taiwán. Aunque el manga nipón sigue dominando la escena local, la producción taiwanesa ha experimentado un crecimiento vigoroso sobre todo a partir del nuevo milenio, en parte gracias a iniciativas estatales como Creative Comic Collection (CCC – 創作集), una revista en formato papel y plataforma digital dedicada a las historietas de producción nacional nacida en 2009 en el seno del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de la República de China[1].
Pero la relación entre manhua y manga es compleja: a pesar de que este último sigue eclipsando al primero, en ámbito local y en el exterior, las historietas taiwanesas están indudablemente en deuda con el cómic del país nipón, quien colonizó la isla durante casi toda la primera mitad del siglo XX, desde 1895 hasta 1945. No obstante, el primer cómic producido localmente no vio la luz hasta principios de la década de los años cincuenta, con Xunxianji (尋仙記 “Registro de la búsqueda de inmortales”) de Liu Hsing-chin (劉興欽) (Lent, 1999: 24), un panfleto de unas pocas páginas irónicamente pensado para disuadir los niños de la lectura de historietas. A partir de 1962, con la promulgación de la Ley de orientación y asesoramiento sobre la impresión de cómics, el gobierno nacionalista de la RoC impuso una censura estricta sobre toda la producción local. Con todo, los lectores encontraron una alternativa en el manga japonés, de contenido a menudo sexualmente explícito y violento, importado ilegalmente y traducido sin autorización.
Aunque la llegada masiva de cómics japoneses tuvo un efecto negativo en la industria local, que quedaría agonizante durante las siguientes dos décadas, no cabe duda de que, a través de la fruición de manga, el público de la isla pudo acceder a una gran variedad de historias y temáticas, quedando así expuesto a información, conocimientos y elementos culturales de los más diversos (Lee, 2018: 7). Además, como señalan Chen y Chuko (2004, 886-887), el interés de los lectores por este tipo de cómics animó a muchos dibujantes locales a crear historietas al estilo nipón. No obstante, los artistas taiwaneses debían lidiar con salarios extremadamente bajos, con el hecho de que quien leía prefería alquilar las obras en lugar de comprarlas y con la falta de reconocimiento social (Lent, 2015: 101).
Con todo, la situación empezó a mejorar con la promulgación, en 1992, de la Ley de derechos de autor de la RoC, cuyo objetivo era proteger los derechos e intereses de los autores en relación con sus obras. Por ende, muchas editoriales no solo tuvieron que adaptarse rápidamente a las nuevas reglas, sino que también comenzaron a buscar activamente nuevos talentos locales. Es el caso de Tong Li Publishing (東立出版社) que, desde su fundación a mediados de la década de 1970 hasta 1992, fue el mayor productor de cómics pirateados, habiendo publicado sin licencia más de mil títulos nipones (Lent, 1999: 195). En enero de 1992, Tong Li estableció el Comics Newcomer Award, demostrando así su compromiso con la producción nacional. Ese mismo año reafirmó ese compromiso inaugurando dos revistas mensuales dedicadas al manhua local, a saber, Dragon Youth Monthly (龍少年月刊) y Star Girls (星少女月刊): la primera estaba centrada en cómics de ciencia ficción, vida universitaria y aventuras, mientras que la segunda incluía narrativas románticas (Lent, 1995:195).
No obstante, en la actualidad los mangas japoneses continúan dominando la escena local, constituyendo el grueso de los cómics publicados y consumidos por el público taiwanés. Para contrarrestar esta situación, a partir del nuevo milenio se han promovido varias iniciativas, entre las cuales la más importante es sin duda el establecimiento, por parte del Ministerio de Cultura de la RoC de los Golden Comic Awards que llevan celebrándose anualmente desde 2010. Para el reconocimiento nacional e internacional de los manhua, también han sido clave los esfuerzos de la exministra de Cultura Cheng Li-Chun (鄭麗君), que han quedado plasmados en la creación de la Agencia de Contenidos Creativos de Taiwán (TAICCA). Uno de los programas insignia de este organismo gubernamental es Taiwan Comic City (TCC), un proyecto trilingüe (EN-FR-JP) de diplomacia cultural, que da voz – literalmente – a los cómics. Actualmente, presenta quince manhua sonoros (breves videos animados doblados a diferentes idiomas) para que el público internacional experimente las historietas en un formato más dinámico. Al mismo tiempo, su web también propone un catálogo de cómics nacionales especialmente dirigido a editores y agentes extranjeros. Símilmente, Books From Taiwan (BFT), otra iniciativa financiada por TAICCA, promueve la literatura taiwanesa en el extranjero a través de un listado de títulos de autores locales. La peculiaridad de BFT es que, aparte de las categorías clásicas de ficción, no ficción y literatura infantil y juvenil, también presenta alrededor de cien manhua cuyos derechos están disponibles para los mercados internacionales.
Todo esto ha conllevado una presencia cada vez mayor de obras y autores taiwaneses en el exterior. Por ejemplo, desde 2012, Taiwán tiene su propio pabellón en el Festival Internacional de Cómics de Angulema. La edición de 2022 de Lucca Comics & Games, el principal evento europeo de este tipo, contó con la presencia de dos artistas de la isla, Chang Sheng (常勝) y Zuo Hsuan (左萱), así como de representantes gubernamentales. Estas circunstancias contribuyen a allanar el camino hacia una mayor presencia internacional de manhua en librerías, quioscos y plataformas en línea: a modo de ilustración, las obras de Chang Sheng se han traducido a idiomas como el coreano, el francés, el inglés, el italiano y el japonés, mientras que la historieta en dos volúmenes de Zuo Hsuan, Rites of Returning (神之鄉), se ha vertido al francés, al italiano, al japonés y al vietnamita.
Centrándonos en la difusión del manhua taiwanés en España, recordamos aquí la publicación, en la década de los años 2000, de algunas obras shōjo de Selena Lin (林青慧) gracias a la difunta Editorial Filabo de Barcelona. Pero habrá que esperar hasta 2022, gracias a la valiente labor de una pequeña editorial independiente andaluza, Moondust Ediciones, para volver a disfrutar de dos historias taiwanesas en español, las únicas publicadas en nuestro país el año pasado: The Monster of Memory (記憶的怪物) de MAE, un BL en dos volúmenes, y x9 Lives Man – Wallow in Light, un slice of life en un único tomo.
Este último, obra de la artista conocida con el nom de plume de Monday Recover, fue publicado en Taiwán en 2019, obtuvo el premio al mejor cómic del año en la decimoprimera edición (2020) de los Golden Comic Awards y hasta la fecha ha sido traducido al castellano y al francés. Se trata de una deliciosa historia de amores unilaterales, no confesados y tozudamente duraderos. El manhua se enmarca en un proyecto – formado por otras tres obras de otros tantos autores – cuyo objetivo es revisitar Jiu Ming Ren (九命人 “El hombre de las nueve vidas”) del historietista Ah Tui (阿推), considerado el primer cómic de ciencia ficción producido localmente y publicado a mediados de la década de 1980. La habilidad de Monday Recover ha de hallarse en haber sabido llevar el concepto de las nueve vidas, que en el manhua original hacen referencia a las reencarnaciones del protagonista (desde un perro hasta el mismísimo rey del Inframundo, pasando por un árbol y un robot), a su propio territorio – las historias cotidianas – con delicadeza gráfica y ternura narrativa.
Tzu-yang, el protagonista, es un joven y exitoso abogado que, al comienzo de la narración se reencuentra con Ching: la que antaño fue su primer amor, su diosa inalcanzable desde la época del instituto ahora será su asistenta en el bufete donde trabaja. En un constate relato que obliga quien lee a moverse entre el presente y el pasado, descubrimos que, cuando Tzu-yang se enamoró de Ching por primera vez, sobre su cabeza apareció un marcador de vidas como en un videojuego. Desde entonces, a cada decepción sentimental vinculada a Ching, el chico pierde una vida. Así pues, mientras el número de vidas disminuye inexorablemente, Tzu-yang se enfrenta a la difícil decisión de si continuar persiguiendo a “su diosa” o renunciar a ella. La segunda parte de la historia se centra en la relación de Ching y Ai-wen, cantante del grupo rock Mango. Los sentimientos que esta alberga, desde la época del instituto, hacia Ching van más allá de una simple amistad y, encerrados en la parte más íntima de su corazón, la han acompañado hasta el presente. Los tres protagonistas de este agridulce triángulo juvenil que rebalsa en la edad adulta se reencuentran – sin hacerlo realmente, o quizás fingiendo no ser conscientes de ello – en el último de los nueve capítulos (titulados “secretos”) que conforman el manhua. De tal manera, Monday Recover les proporciona, a cada uno de ellos, la llave para que puedan abrir – cada uno a su manera – la puerta hacia el futuro.
Llegados a este punto, os preguntaréis por qué leer este manhua, qué hay de tan excepcional en él, aparte ser de las pocas obras taiwanesas disponibles en la lengua de Cervantes. ¡Pues mucho! De hecho, su procedencia no tiene más que un valor anecdótico en comparación con todo lo que nos aporta su lectura. En menos de 180 páginas, Monday Recover nos relata, con sensible dulzura, sensaciones íntimas y situaciones universales: la conmoción provocada por el primer amor con sus anhelos, sus dudas, sus ilógicas suposiciones y sus miedos inmovilizadores; la idealización y veneración de la persona amada; las formas únicas que cada uno de nosotros tiene de lidiar con los fracasos sentimentales, académicos y profesionales; la aceptación de las cambiantes circunstancia de la vida y la adaptación –a veces dolorosa– a ellas; el descubrimiento de la sexualidad y de la (homo)afectividad.
En términos visuales, x9 Lives Man – Wallow in Light resulta agradablemente refinado. El trazo es seguro pero suave; las escenas son, por lo general, muy minuciosas, dibujadas con todo lujo de detalles, como se aprecia sobre todo en las viñetas ambientadas en el bufete de abogados o en exteriores. Es indudable que el estilo de la autora tiene una fuerte reminiscencia de los manga shōjo japoneses: como en estos últimos, los personajes femeninos poseen luminosos ojos grandes y rostros delicados y redondos, mientras que los hombre se caracterizan por sus caras angulosas, por su figura alta y delgada, y por una masculinidad que roza lo andrógino.
Mención aparte merece la traducción, pues muy a menudo se nos olvida que parte del éxito de todo cómic originalmente escrito en otra lengua se debe a la labor de los traductores. Si el público hispanohablante puede leer la obra de Monday Recover en un español impecable, esto se debe al excelente trabajo de Javier Altayó, quien también ha vertido a nuestro idioma el otro manhua propuesto por Moondust Ediciones, The Monster of Memory. Los diálogos son realistas: creíbles y naturales. El vocabulario y las expresiones usadas reflejan el habla de los personajes en las distintas fases de sus vidas, desde la adolescencia hasta la edad adulta, y en los diferentes contextos sociales. Todo ello contribuye a que la lectura sea una experiencia agradable y fluida.
En definitiva, x9 Lives Man – Wallow in Light es una historia muy recomendable, de regusto agridulce que no dejará indiferente al público interesados en historias cotidianas contadas con ternura, sin grandes sobresaltos. Además, para aquellos que nunca han leído un manhua taiwanés puede representar la puerta de acceso a un mundo gráfico y narrativo todavía desconocido en nuestro contexto y que, si bien comparte muchos rasgos con el manga japonés, ha sabido emprender un camino independiente.
Bibliografía
CHEN J., y CHUKO C. (2004): “Yingxiang Taiwan Bentu Manhua Chanchu zhi Xiangguan Yinsu Jiexi 影響台灣本土漫畫產出之相關因素解析” [Análisis de los factores que afectan la producción de cómic local en Taiwán], en The 9th Design Symposium of the Design Institute of the Republic of China, pp. 885-890. Disponible en línea en: https://class1.dcollege.cyut.edu.tw/~daclab/wood/2004-t03.pdf.
LEE, I. (2018): “Taiwan Dazhong Wenhua zhong Chengxian de Lishi Renshi: Yi Manhua wei Zhongxin (1945-1990) 臺灣大眾文化中呈現的歷史認識:以漫畫為中心(1945-1990)” [Conciencia histórica en la cultura popular taiwanesa: el caso de los cómics (1945-1990)], en Si yu Yan, 56(3), pp. 7-73.
LENT, J. A. (1995): “Comics in East Asian countries: A contemporary survey”, en International Journal of Popular Culture, 29(1), pp. 185-198.
LENT, J. A. (1999): “Introduction: The Comics Debates Internationally: Their Genesis, Issues, and Commonalities”, en Lent, J. A. (ed.): Pulp Demons: International Dimensions of the Postwar Anti-Comics Campaign, Madison, Fairleigh Dickinson Univ. Press, pp. 9-41.
LENT, J. A. (2015): Asian Comics, Jackson, University Press of Mississippi.
NOTAS
[1] República de China (RoC) es el nombre oficial de Taiwán.