Sello editor madrileño que formó la primera corporación empresarial editora de gran tamaño, que hizo uso de nuevas técnicas publicitarias, dio un nuevo giro a la relación contractual con los autores y la primera en mostrar verdadera vocación internacional. Al final de los años veinte se convirtió en el mayor grupo editorial del país, con 127 librerías depositarias de sus fondos, distribuidor en exclusiva de varios fondos editoriales y con sedes en México, Argentina, Uruguay, Ecuador y Chile.
Se mostró interesada por editar novela popular, lanzó libros muy ilustrados en los años treinta y una revista de historietas adelantada a su tiempo, El perro, el ratón y el gato.
Tuvo su propia imprenta (COMPAÑIA GENERAL DE ARTES GRÁFICAS) y su propia distribuidora, para España y Latianoamérica, desde la Libería Fé.
Quebró debido a una mala gestión de los beneficios y a la crisis económica prebélica.