Sello editorial fundado sobre la estructura empresarial de El Gato Negro, dirigido por los hermanos Pantaleón (Barcelona, 1910-1962) y Francisco Bruguera Grané (Barcelona, 1912-1996). La editora se especializó en la publicación de tebeos, si bien también editó cuentos infantiles y libros.
Fue una de las editoriales de tebeos que más creció durante el franquismo, sobre todo tras aplicar el capitalismo de edición en su producción a partir de los años cincuenta, ejercitando una política expansiva (con distribuidora e imprenta propias) que copaba todos los puestos de venta. También abrió delegaciones en Iberoamérica, desde México a Argentina, pasando por Brasil. En sus páginas se gestaron una enorme cantidad de sagas de historieta de éxito, como: Carpanta, Zipi y Zape, Mortadelo y Filemón, El Capitán Trueno, Superlópez, etcétera. Publicó obras de autores de gran estatura, como Jorge, Cifré, Conti, Peñarroya, Vázquez, Segura, F. Ibáñez, Pardo, Giner, Mora, Ambrós, Raf... Debido a su modelo de producción, siempre retuvo las páginas originales de historieta, con las que generó miles de reciclajes en los años sesenta y setenta.
Durante más de cuarenta años, Bruguera dominó el mercado editorial de la historieta, no solo por control de la distribución, también de la publicidad (generó su propia división) y su inserción en los planes ministeriales. También fue una empresa que dirigió su producción hacia el extranjero, a través de una agencia de autores llamada Creaciones Editoriales, distribuyendo el material que se publicada en España también por toda Europa, y generando obra inédita también para el mercado exterior. En sus últimos años de edición, el sello indicaba fechas de salida en sus tebeos los lunes, pero en realidad se distribuían desde el jueves anterior (al menos en Barcelona).
En 1986, debido a la crisis en la que entraron varios países latinoamericanos, Bruguera comenzó a tener problemas de impagos de sus filiales en América Latina, amén de otros problemas derivados de la mala gestión editorial en España. La empresa quebró y fue adquirida por Grupo Zeta por un precio simbólico. Dentro del entramado de Zeta, Bruguera se convirtió en el sello Ediciones B, que ejercitó una filosofía editorial continuista con respecto al modelo anterior, pero con una mala gestión del fondo editorial (de hecho, la inmensa cantidad de originales acumulados no fueron correctamente inventariados, siendo trasladados a los locales de la imprenta de Bruguera, que se hallaban en el municipio de Parets del Vallès). Tras la crisis financiera de 2008, el grupo Zeta comenzó a flaquear y tuvo que vender los derechos de Ediciones B en 2017 a la multinacional Random House, que volvería a crear un sello llamado "Bruguera" para seguir publicando las series más populares del pasado. El archivo de los originales de la antigua Bruguera no fue traspasado a PRH sino al grupo Prensa Ibérica (el que absorbió al Grupo Zeta), que en febrero de 2022 desmanteló el edificio donde se atesoraban los originales sito en Parets del Vallès.
