En paralelo con el resto de la programación del Festival Fancine, el Vicerrectorado de Cultura y Deporte en colaboración con El Lapicero, presentan la exposición “HEROÍNAS Y VILLANAS EN EL CÓMIC”, muestra conjunta de distintos autores nacionales del mundo del cómic, Salvador Larroca, Agustín Padilla, Esteban Maroto, Alfonso Azpiri y Ariel Olivetti, entre otros.
HEROÍNAS Y VILLANAS, Y VICEVERSA
Desde que el mundo es mundo ellas han sido siempre las malas.
Eso dice la tradición, los antropólogos, los religiosos y muchos moralistas. El primer personaje de ficción que representó la villanía fue una mujer: Eva. ¡Y lo fue porque se atrevió a probar cosas nuevas! Nos ha costado miles de años aprender esa lección, porque si la humanidad ha avanzado en algún sentido ha sido gracias al afán de curiosidad, al esfuerzo por conocer más y mejorar. Ellas siempre lo tuvieron, al igual que nosotros, los hombres, pero hasta que nos hemos dado cuenta ha pasado demasiado tiempo.
En la cultura humana la mujer ha sido siempre símbolo de lo más sagrado a la vez que de lo más deplorable, y eso las ha situado en un segundo plano en todo protagonismo cotidiano, social, político y cultural. Por fortuna, todo está cambiando y las mujeres ya no solo son heroínas cuando son madres, ni son solo villanas cuando quieren “usurpar” la posición que ocupa un hombre. Ahora las mujeres están en el mundo y hasta pueden llegar a gobernarlo (tres de los países más poderosos del mundo están siendo conducidos por una mujer).
Los autores de cómic se dieron cuenta de esto hace mucho y de ahí que hayan transformado al tradicional personaje femenino de apoyo, siempre secundario, cuando no decorativo (la “chica florero” o la “chica de portada”), en personaje protagónico. La revolución comenzó en los años cincuenta con la manifestación gráfica de las heroínas en revistas francesas, prosiguió en América con el nacimiento de superheroínas independientes y se extendió por Japón con los fuertes personajes de los mangas de tipo shojo y josei. En recientes fechas hemos sido testigos de cómo el martillo Mjolnir, pesadísimo para cualquier ser salvo para Thor, ha pasado a ser empuñado por una mujer. Hemos visto como Spider-Gwen le robaba protagonismo al mismo Spider-Man, y lo mismo ha pasado con X-23 con respecto a Lobezno (en España la han llamado Lobezna atinadamente). ¿Y qué decir de la nueva Ms. Marvel, símbolo de la multiculturalidad, o de la nueva Capitana Marvel? ¡Esta última lidera una de las facciones de Civil War II, el cruce de colecciones más ambicioso de la historia de Marvel Comics!
Por el lado de la competencia, Wonder Woman, ese eslabón entre las culturas más antiguas y las más modernas, ha demostrado su adecuación a los tiempos que corren y destaca incluso por encima de los monolíticos Batman y Superman. Está claro que es el tiempo de la mujer, más villana que nunca si se lo propone, pero también más heroína que nunca, ¡por derecho!
Manuel Barrero, Tebeosfera