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LA METÁFORA COMO ARMA. ENTREVISTA A CARLOS TRILLO (y quinta parte)

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LOS NOVENTA

T: Háblanos de tu idea para el proyecto cinematográfico Ya no hay hombres, que dirigió Fischerman en 1991.

CT: Alberto Fischerman fue un hombre de cine muy importante en la Argentina: un outsider en los setena con su extraña y marginal The Players vs. Los Ángeles Caídos, un precursor en los ochenta con su Los días de junio, donde decía algunas de las cosas más inteligentes y profundas que el cine argentino dijo sobre la dictadura militar, un documentalista notable analizando la obra y los días argentinos de Witold Gombrowicz. Y, entre mediados de los ochenta y su muerte, acaecida a mediados de los novena, un gran director de cine industrial. A esta etapa en la que se había empecinado en vivir como director de cine solamente, cosa muy difícil en la Argentina entonces, corresponden La clínica del doctor Cureta y Las puertitas del señor López, dos películas muy populares, que batieron aquí récords de recaudación.

Yo quería y respetaba a Fischerman, un hombre de gran inteligencia con el que, además, escribimos un guión basado en Caspar Ruiz, una nouvelle de Joseph Conrad, que para mí fue un gran aprendizaje. La película nunca se llegó a hacer, pero desde entonces, nos encontrábamos con alguna frecuencia para hablar de cine y de historietas. Fue durante una cena que le tiré la idea que le sirvió de punta para Ya no hay hombres. Pero fue solo eso, 20 palabras dichas después de dos o tres copas de buen vino. Y aparecí en los créditos como autor de la idea. Cosas de la amistad, que le dicen...

T: Boy Vampiro es una obra de calidad más que estimable pero que en su distribución por España no obtuvo demasiado aprecio. Sí ha sido más aplaudida Video Inferno. Tus trabajos, con Risso: Fulu, Simon, Borderline, que sí aparecieron en Francia, no los conocemos aquí. ¿Podrías comentarnos tu colaboración y trato con Risso hasta la más reciente obra conjunta, que creo que es “Los misterios de la Luna Roja”?

CT: Boy Vampiro Boy Vampiro, núm. 5, coedición Meridiana / Glénaten español no creo que esté lo suficientemente difundida. Sólo hubo una colección de pequeños comic books argentinos, que no serán más de 5, unas pocas páginas. La historia completa consta de 4 tomos de entre 80 y cien páginas cada una. En Francia ha salido en 4 tomos por Albin Michel y en Italia, luego de aparecer hace algunos años en revista semanal, está siendo repropuesta en albumes por Edizioni Il Grifo, que está a punto de publicar el segundo. Video Noir apareció, sí, en España, luego de hacerlo en Italia y Francia en ediciones más lujosas.

Una de las cosas que hicimos con Risso, Chicanos, apareció en Italia en revista y fue publicada en un primer álbum de 200 páginas por Vents D'Ouest en Francia en su fallida colección de blanco y negro. La segunda parte, con el título "Tabasco Blues", fue publicado por Albin Michel. Actualmente, parece inminente que un editor italiano lo reproponga en 4 tomos, conservando la historia tal cual fue escrita y dibujada originalmente.

Chicanos es una nueva mirada al mundo de la discriminación. La protagonista es una mexicana que trabaja como detective privada en New York, y suelen confundirla con la mujer que hace la limpieza… Nuestra obra con Risso, en Francia e Italia ha sido muy vista.

Falta aún publicar Los misterios de la Luna Roja, que es una historia hecha originalmente para una muy popular revista para niños de Argentina, Genios, que vende más de 200.000 ejemplares semanales. Nuestros contactos editoriales con los productores de álbumes para la infancia no son muy fluidos en Europa, parece.

Así que hay varias cosas, entre ellas las 3 historias de Luna Roja y Borderline que no han tenido gran difusión fuera de Argentina. Con Risso hemos trabajado mucho juntos, desde Fulú, que se produjo entre 1988 y 1990. A lo largo de estos años Eduardo nos ha sorprendido con saltos acrobáticos en su calidad que lo han ido posicionando como un joven maestro del blanco y negro. Hace un tiempo que no hacemos nada juntos, él está con su 100 Bullets a todo vapor ya que dibuja y entinta un comic book completo todos los meses.

T: En España leímos gustosos Sick Bird, la obra dibujada por Juan Bobillo. Mas, desconozco algunas de tus colaboraciones con él: Chocolate con Fritas, o Martin Holmes (ésta, de 2000 y de 2001). ¿Podrías hablar, para el público español, un poco de estos trabajos?

CT: Sick Bird es una serie de 3 albumes que nos fue encomendada para una distribución internacional por Ervin Rustemagic de SAF. Es la historia de una joven que se esconde de sus perseguidores en el lugar más visible del mundo, en el cuerpo y la cara de una modelo de éxito. Desde ese escondite tan particular, organizará una venganza.

Es una obra trabajosa, con cambios escenográficos importantes y que deben ser rigurosos. Tiene algunos personajes muy fuertes, que con Juan nos ha gustado mucho desarrollar.

Chocolate con Fritas, que está totalmente inédita pero ya completa, es una historia con dibujo más humorístico. Unos niños sextillizos descubren, una mañana, que sus padres han desaparecido. Son pequeños, tendrán 8, 9 años. E imaginan que a sus progenitores los han abducido los marcianos. Y si bien son idénticos entre sí, cada uno de ellos posee una habilidad que lo distingue del resto y es esto lo que les permite avanzar en una caótica y desgraciada investigación.

Zachary Holmes (Martin Holmes era su nombre en la revista Genios) ya ha sido publicada en Italia, en Francia, en Alemania, en Holanda, en Estados Unidos. Hemos desarrollado 2 aventuras de 44 páginas cada una y ahora nos están urgiendo con una tercera. Resumo: un chico, de apellido Holmes, finge ser sobrino del famoso Sherlock para seducir a una niña. Watson es una rata blanca. Moriarty es un fantasma cruel que intenta matar a la reina Victoria. Hemos disfrutado mucho haciéndola. Y Juan Bobillo es otro dibujante importante, lleno de ideas, y con un mundo enorme por delante, ya que acaba de cumplir 27 años.

T: Tampoco ha llegado aquí, todavía, tu trabajo con Fahrer, Yo no me llamo Wilson, elaborado previa petición de Casterman ¿Podrías comentarlo someramente?

CT: Yo no me llamo Wilson es la historia de un detective paranoico. La idea de que los paranoicos son los mejores detectives porque no se les escapa ningún detalle, me la dio un gran amigo italiano, psiquiatra, que trabajó analizando las conductas íntimas de los espías en tiempos de la guerra fría. El tema es: qué de todo lo que ve y siente Wilson (que ni siquiera se llama así) es verdad y qué forma parte de su tortuoso universo imaginario?

De Wilson acaba de publicarse el segundo tomo. El tercero está previsto para el otoño europeo de 2003. La serie está planeada en 5 álbumes, en principio.

T: Cybersix Cybersix, número 1 de su edición francesafue una obra generada para Eura, una historieta de consumo, de vasta producción acelerada. En la Skorpio italiana funcionó tan bien que pronto obtuvo título propio. En España funcionó fatal... ¿Conoces la clave de esta diferente acogida?

CT: Las revistas Eura, pese a que están en caída desde hace años porque eso es lo que les ocurre a las revistas que ofrecen muchos fragmentos de personajes diversos, son todavía bastante populares en Italia.

Nunca fue un éxito, Cybersix. Las ventas italianas arañaban apenas los 18-20.000 ejemplares por título, lo que para ese mercado masivo de quiosco es poco. En Argentina se publicó poco, pero es muy recordada. En España Planeta-DeAgostini publicó muy pocos títulos, en blanco y negro. En Francia, en cambio, Vents D'Ouest hizo 12 álbumes de 200 páginas cada uno.

No me atrevo ni a pensar por qué una cosa que gusta en Italia no gusta en España. Es parte del misterio de esta profesión, creo.

T: Siguiendo con protagonistas femeninos, Clara de Noche, el personaje para El Jueves, obtuvo un aprecio enorme desde 1992. Pero ¿por qué la colaboración, en los guiones, con Maicas?

CT: MAICAS es un formidable gagman. Hace humor gráfico de ese de un cuadro único. Escribe remates a las situaciones de varios cómicos de la televisión argentina. Es un tipo capaz de “cerrar” una historia que a mí, en esos espacios breves de las 2 páginas, me cuesta mucho. En general trabajamos así: yo pienso la historia y él pone el final. Funciona, funciona muy bien.

T: Wood decía, en 1994, que Columba había dado un viraje hacia las publicaciones tipo Skorpio y que había hecho un disparate ¿observó usted ese cambio en la filosofía editorial de Columba? Por cierto, que es paradójico que en años recientes aparezca publicado tu nombre en revistas que llevan el sello Columba, a lo cual siempre te mostraste reacio ¿A qué es debido?

CT: Sí, en la etapa de la caída final de Editorial Columba, como ahogados intentaron echar mano a otros materiales distintos a los que publicaban sus revistas (y con los cuales estaban en caída libre) para matizarlas un poco. Consiguieron esos materiales, que fueron editados “a lo bestia”, a la Columba, sin preparar a los lectores ni decirles nada. La caída libre continuó.

Yo publiqué algunas pocas cosas en esa editorial en ese período, en general por iniciativa de los dibujantes. Risso y Mandrafina habían trabajado con ellos en el pasado y, como se trataba de una sola venta por una única publicación (y no una cesión de derechos para siempre, como ellos hacían firmar a sus autores cuando eran fuertes y estaban gorditos), yo accedí a venderlos.

Las condiciones de debilidad los llevaron a aceptar nuestras condiciones. Y tal vez sea cierto que nuestro material era tipo Skorpio, pero también es cierto que el tipo Columba ya no daba más y cuando intentaron regresar a él, duraron muy poco tiempo más.

T: En esos años noventa, Sastuarin, De Santis y Lima, desde Colihue, edita libros de cómics interesantes y poco comerciales, Max Cachimba, Sherlock Time, La Guerra de los antartes... ¿Qué opinas de esta actitud editorial poco menos que suicida; el revivalismo es necesario hoy?

CT: Es difícil encontrar historietas completas, sólo se hallan fragmentos, viejas revistas, con números salteados. La idea es buena, republicar todas esas obras que habían salido por entregas y que algunos querrían ver completas. La colección no fue tan mal, algunos de sus títulos, sobre todo los de Alberto Breccia con Oesterheld: Mort Cinder, Sherlock Time, vendieron varias ediciones. Cosecha Verde, de Mandrafina y yo, todavía no llegó a vender mil ejemplares, varios años después...

T: ¿Qué opinas de los movimientos fanzinistas de los años noventa, Comiqueando, Suélteme!, Oxido de Fierro, Lápiz japonés...? ¿Y de obras teóricas recientes, como el Manual de la historieta argentina de Niño Rodríguez o la obra de Yudith Gociol y Diego Rossemberg?

CT: Suélteme! fue una revista muy buena, con humoristas de la nueva generación atiborrados de cosas diferentes para decir. Comiqueando, una revista que tomó la posta de esa que nombramos antes, Comic Magazine, y llegó a ser un intento comercial posible hasta que la crisis terminó matándola. Lápiz japonés era realmente interesante, bien dibujada, bien diagramada, una revista fina y llena de inteligencia que ha de haber vendido poco y costado bastante.

Al Niño Rodríguez lo conozco solo como dibujante y me gusta mucho. La historieta argentina, una historia, de Gociol y Rosemberg es un libro muy trabajado por dos personas ajenas al medio, que se metieron a investigar en archivos y a hablar con autores hasta obtener este libro que me parece fundamental para comprender la historieta que consumimos los argentinos en los últimos 100 años.

T: Ajá; y otra duda: ¿Qué es la HACHA, una asociación?

CT: HACHA fue una revista que, con un criterio próximo a los fanzines, fue publicada por algunos importantes profesionales argentinos del cómic. No les fue bien, para no desentonar con los resultados generales de los últimos años en el sector.

T: Vaya. Ahora una opinión personal: La obra publicada recientemente en España de Julio Cortázar Fantomas contra los vampiros multinacionales está formulada como una mezcla de cómic y literatura, ¿qué relación ves -si la hay- entre la historieta argentina y la obra de Sarmiento, Hernández, Lugones, Arlt, Estrada, Borges, Bioy Casares, Silvina Ocampo, Juan L. Ortiz, Oliverio Girando, di Benedetto...?

CT: Seguramente, autores de cómics argentinos y escritores argentinos han tenido orígenes comunes. En la historieta, como en la novela o en el cuento, están las intenciones testimoniales, los intentos de bucear en las raíces de la nacionalidad, las aproximaciones a lo fantástico, la necesidad de exprimir la ficción a partir de la vida, o de sacarla de otros libros.

Tal vez los testimonios de Sarmiento sobre lo que él llamaba “los bárbaros” de su época y una historieta como La guerra de los antertes, de Oesterheld y Gustavo Trigo, tengan en común la necesidad de dejar testimonio. Y probablemente a cada autor literario se le pueda poner al lado una obra de esto que Masotta llamaba la “literatura dibujada”: Mort Cinder se emparenta con Bioy Casares, Patria Vieja con Hernández, algunas historias de Fierro con la temática de Arlt, en fin, los argentinos tenemos orígenes comunes, “bajamos de los barcos”, como decía la canción...

T: “El contorsionista”, con Mandrafina, sirvió de base para un filme. Y también hay interés por parte de Miramax de adquirir los derechos de tu obra de 1996 Brujas! Parece como si tu obra resultase apetitosa para los productores cinematográficos ¿a qué crees que es debido?

CT: José Luis Campanella, quien después dirigió en Estados Unidos El niño que gritó puta y en la Argentina El hijo de la novia, hizo con El Contorsionista un experimento de 22 minutos a la manera de las viejas seriales de televisión como Twilight Zone. Con Mandrafina solamente lo autorizamos a llevarlo adelante, era un trabajo para la Universidad y no una cosa comercial. Salió una pieza realmente muy buena, fuerte y profunda que recibió premios y honores. Pero nosotros solamente entregamos la breve historia que sirvió de punto de partida a su film.

Creo que el cine y la televisión miran a la historieta, a veces con más intensidad, otras con menos. Mis experiencias han sido en general buenas: con Meglia vendimos Cybersix para una serie de dibujos animados coproducidos por una empresa japonesa y otra canadiense. Se hicieron 13 episodios y tal vez, si las dos productoras llegan a un acuerdo luego de un litigio que han tenido sobre los derechos de cada una sobre la obra, hagan otros 13.

Ya hemos hablado de Las puertitas del señor López. Habría que agregar El Loco Chavez del que, en tiempos de la dictadura militar, 1978, se intentó hacer una serie teleteatral en Argentina. El resultado no fue bueno, pero además la obra fue prohibida porque, según el coronel que manejaba entonces la cultura, el Loco era “un mal argentino, porque no le hacía caso al jefe y le gustaban las mujeres”.

Varias veces, con Jordi Bernet hemos opcionado Custer y Light & Bold. Ambas parecen estar ahora en carrera hacia la pantalla, veremos si llegan. Brujas! está siendo trabajada por Miramax, es cierto. Es una obra muy ligera y deslenguada con el clásico tema de la niña que será bruja pero con una vuelta -espero- original en el asunto. Hay en este momento alguna posibilidad con Zachary Holmes, la historieta infantil que hicimos con Juan Bobillo y con Boy Vampiro, que dibujó Risso.

Hay estudios de animación que tienen en carpeta Neferu (la historieta con gatos que está terminando de dibujar Peni) y Hyter de Flok (un cuento que avanza de un mundo mágico al mundo real que dibujó Domínguez y del que Albin Michel publicó dos tomos a color).

No soy el único al que le pasa esto. Este es uno de esos momentos en que el comic es muy interesante para el cine.Sick Bird, edición española de Imágica

ARGENTINA, HOY.

T: En tus más recientes producciones se observa que cultivas argumentos algo más risueños y humorísticos, como el reciente Neferu, con Peni, o Chocolate con fritas, con Bobillo, o Viejos canallas. ¿Te encuentras más cómodo escribiendo cómics de humor hoy, pese a la situación cotidiana?

CT: Me parece que siempre he estado un poco en contra de la redundancia. Decir en un cómic “las mandarinas están caras” porque las mandarinas están caras, es agregar poco a lo que dicen los titulares de los diarios. El humor a mi siempre me resultó una herramienta atractiva a la hora de trabajar. Eso no quita que buena parte de mi producción no lo tenga. De lo que estoy haciendo se me ocurre Sick Bird y Wilson, que son historias más próximas a la serie negra. Pero si tienes como coequiper a dibujantes como Peni, como Juan Bobillo intentando un estilo más paródico u Okif, en el caso de nuestra tira diaria CaZados, sería un desperdicio no subrayar esas posiblidades expresivas que ellos tienen con un guión oscuro y lóbrego.

El tono de Viejos Canallas es algo que a mí me gusta mucho. Esos asesinos ridículos, capaces de llorar porque se han hecho una mancha de tuco en la corbata mientras son también capaces de asesinar a su abuelita por un puñado de dólares, me gustan mucho.

La parodia suele esconder la mejor crítica y los dardos más envenenados. Y en esto de la “literatura dibujada” son siempre los humoristas quienes llevan la bandera de la resistencia más alto que ninguna historieta.

T: ¿Qué opinión te merecen los jóvenes y arriesgados autores / editores actuales: Liniers, Mosquito, El Caballero Rojo, los autores de La Productora.

CT: En estos tiempos en que no hay editoriales que te paguen el aprendizaje (porque casi no hay editoriales) es notable el esfuerzo que hacen todos ellos. Poco a poco, hasta los más profesionales, se van dando cuenta de que en toda obra que inician tienen que arriesgar la posibilidad de ganar muy poco o nada de dinero. El mercado del comic se va trasladando lentamente del quiosco a la librería y uno sabe bien que muy pocos escritores reciben adelantos como para vivir holgadamente de su obra.

Pero esto no va a matar a una forma de expresión tan importante como la nuestra. Cambiarán, eso sí, algunas viejas reglas de juego.

T: A este respecto parecía responder tu frase: «No hay manera de terminar en la Argentina con los historietistas marginales» ¿Sigue pensando que en cierto modo tienen un papel clave en el devenir histórico cultural de la nación?

CT: Es en los márgenes que está las nuevas ideas. Si no hay compromisos económicos ni ideológicos con ningún capitalista, uno puede crear casi en estado puro. Y ser Lautreamont, o Sade, o Robert Crumb. Ojalá lluevan muchas semillas en ese terreno.

T: Comentabas en una entrevista que en la autoedición a uno le guía el placer. Eso te ocurrió con Puertitas y el Cybersix argentino. Pero, hoy, ¿es aún posible que te permitas ese placer, a la vista de lo ocurrido con El Globo Editor y lo poco que vende, por ejemplo, Colihue?

CT: Quise decir, seguramente, que en el momento de Puertitas y de Cybersix, nosotros estábamos haciendo mucha producción para el mercado internacional y prácticamente nada para el argentino. Por eso inventamos El Globo Editor, para que se conociera en Argentina lo que estábamos haciendo. La editorial pagó siempre a sus colaboradores, al diseñador gráfico y al cadete y sostuvo el alquiler de su oficina. Durante 3 años el proyecto, si bien no dejaba utilidades, se mantenía y se autofinanciaba. Al empezar a caer, y no teniendo posibilidad de obtener una inyección de dinero (que habría sido como un acto de mecenazgo), decidimos cerrar. Incluso, en aquel momento, reciclamos con el también editor Javier Doeyo la sociedad EL GLOBO EDITOR SRL, y la convertimos en la razón social de una librería donde asociamos al escasísimo grupo que trabajaba dentro de la redacción. Los muchachos se convirtieron en libreros y yo volví a escribir las historietas en una oficina pequeña.

La librería MERIDIANA llegó a tener 4 puntos de venta. Hoy resiste solo uno de ellos en estado calamitoso...

T: Este año, mientras sigues publicando historietas infantiles en la revista Genios, y Clara de Noche en el diario Página 12, has vuelto a Clarín, con la tira CaZados antes citada ¿Cómo es que vuelves a Clarín?

 Tira de CaZados, publicada por Clarín en octubre de 2002

 

 

 

 

 

CT: Muchas veces habíamos trabajado juntos con Okif (Alejandro O’Keeffee). Con él hicimos varias historias, una de ellas "Leticia imagina", con una chica que corporizaba en la realidad sus sueños, aún los más descabellados. Y por un par de años hemos estado trabajando con Maicas y con él en una sucesión de gags y situaciones protagonizadas por un niño monstruo. Él fue quien me propuso a comienzos de 2001 llevar un proyecto de tira a Clarín. Ambos éramos ya colaboradores del diario, Okif con sus viñetas en algunos suplementos, yo con los guiones semanales de 4 páginas que hago desde hace cuatro años para la revista Genios, que es una publicación de venta opcional que acompaña al matutino. Presentamos CaZados, superó testeos internos, estuvo a punto de arrancar un par de veces, en octubre y en diciembre de 2001 para finalmente aparecer el 28 de abril de 2002.

T: Según el poeta Juan Gelman y otros intelectuales, la crisis actual de la argentina comenzó con Menem en 1998, peronista que fue reelegido por el pueblo; y prosiguió con De la Rúa. Estos gobiernos, ineptos según los analistas, han conseguido unificar a los ciudadanos en piqueteros y “caceroleros”, todos igualados por la confiscación del ahorro del “corralito” ¿cómo afecta eso a la historieta y el humor gráfico patrio; cómo te ha afectado a ti?

CT: Un premio a la trayectoria: así se podría calificar a la situación de catástrofe en que se encuentra mi país. Alguna vez se logrará discernir si es paranoia de las izquierdas o realmente hubo un plan macabro para hundir la Argentina en la mierda.

Los planes de destrucción de la industria nacional que comenzó la dictadura militar con el posicionamiento excesivamente bajo del dólar con relación a la moneda local, se incrementaron con el gobierno aparentemente democrático de Menem, quien se lanzó a privatizar todas las empresas nacionales, incluidas aquellas que tenían que ver con el patrimonio territorial, como YPF, y las que funcionaban perfectamente sin déficit, como la misma YPF y Aerolíneas Argentinas.

YPF no era sólo una empresa petrolera estatal, era también una red que avanzaba por las zonas más inhospitas del territorio para sembrar pueblos, escuelas, estaciones de servicio mientras excavaba en busca del producto que era la razón de su existencia. Al ser privatizada ha dejado la Patagonia repleta de pueblos fantasmas, la empresa que lucra con esa venta no se interesa, obviamente, por la salud de nadie, ni por la educación de nadie, ni por tener estaciones de servicio en sitios donde pasan 10 automóviles por día.

Menem, como decimos aquí, vendió las joyas de la abuela y dilapidó los dineros obtenidos llenando algunos bolsillos y produciendo un espejismo de bienestar que le permitió ganar las elecciones de 1995 y ser presidente por segunda vez. Los votantes, ante los nubarrones de crisis que parecían caer sobre ese gobierno peronista, se volcaron hacia el tradicional partido opositor que, para la ocasión, había hecho una alianza con ciertas fuerzas nuevas de centro izquierda. Pero apenas De la Rúa llegó a la casa de Gobierno, dio la espalda a sus socios (artífices, en enorme proporción, del triunfo de este hombre de las derechas más estúpidamente retrógradas) y siguió en la senda trazada por su antecesor. Y fue el peronismo el que ayudó a hacerlo renunciar. Y volvieron los peronistas a abalanzarse sobre el gobierno. Pero esta vez la situación era demasiado grave y poco han podido hacer, ya que no queda espacio ni para la demagogia. Sí queda lugar para el robo, los negocios de los senadores y de los punteros zonales y el viejo clientelismo político por el cual te doy dinero para que no te mueras de hambre pero vos me aplaudís cuando yo digo un discurso.

La situación empeora en todos los niveles. El número de gente que vive por debajo del mínimo posible para sustentarse aumenta todos los días, la clase media se pauperiza, más de la mitad de la población es definitivamente pobre y el 75 por ciento de los niños nacen en hogares que no los pueden alimentar correctamente.

La clase política sigue en su torre de privilegio sin darse por aludida. Los pocos que tienen la lucidez de denunciar negociados, coimas y prebendas monstruosas, a su vez, no son capaces de organizar un frente para combatir a la vieja política enquistada en el poder. Y tendremos elecciones. Y esperemos que quien agarre la manija sepa trabajar con un poco de dignidad y de vergüenza, anteponiendo algunos principios a la necesidad de repartir nuevos favores y nuevos negociados y privilegios.

Difícil está la cosa, amigo mío.

El cómic estaba mal desde antes de esta caída monstruosa del poder de consumo y ahora, prácticamente ha quedado barrido de los quioscos. Incluso las comiquerías, que importaban los álbumes de España y los comic books de Estados Unidos, luego de la caída vertiginosa del peso argentino frente al dólar, han caído en crisis en muchos casos definitivas. Piensa que un peso argentino valía lo mismo que un dólar estadounidense (o que un euro vuestro) hasta diciembre. Ahora, sin que hayan subido los salarios (más bien la debacle ha obligado a muchas empresas a recortarlos), un dólar o euro vale igual que 3 pesos con 70 centavos de la moneda local.

T: George Bush se ha colocado de espaldas a Sudamérica, en opinión de algunos porque desea la desintegración de MERCOSUR. ¿Crees que si se llegara a la americanización total del Cono Sur eso acabaría con la historieta autóctona tras la implantación definitiva de la historieta yanqui?

CT: El ALCA pone permanentemente palos en la rueda del MERCOSUR, por lo que he leído. Pero mientras Brasil siga apoyándolo, supongo que Argentina también lo hará. La americanización de que hablas no creo que invada territorios tan pequeños como el de la historieta.

T: Algunos intelectuales españoles ven la Argentina como un país “surrealista” y “nacionalfatalista”, en el que pueden convivir la corrupción política generalizada con el ánimo de voto del pueblo, la inseguridad jurídica y la delincuencia feroz, la dignidad con un 50% de pobreza, un alegre orgullo con un 25% de paro ¿qué opinas sobre cómo se está analizando la realidad argentina actual desde el exterior?

CT: Es difícil estando dentro darse cuenta de cómo funcionan estas cosas. Es como el psicoanálisis, uno va al terapeuta para que mire desde afuera lo que uno, como está dentro, no atina a ver.

Pero que hay corrupción, la hay. Lo del "nacionalfatalismo" o del surrealismo del país me parecen ingeniosidades de plumas hábiles para captar al lector de periódicos o revistas que están tan lejos y tan ajenos que de alguna manera hay que salpimentarle el tema.

Lo que no sé es cuánto durará el ánimo de voto de que hablas con la inseguridad jurídica, la delincuencia, la pobreza y el latrocinio organizado desde las cúpulas. Esperemos que resista hasta lograr quebrar la larga cadena de promesas engañosas y que esto de votar sirva para llegar a alguien que diga la verdad. Veremos, en estos momentos aquí la situación es demasiado fluida como para vaticinios.

T: Os deseamos, de corazón, la mejor de las suertes. Mil gracias, Carlos.


VÍNCULOS:

Ficha de Carlos Trillo

Entrevista a Trillo por Manuel Barrero

Entrevista a Trillo por Andrés Accorsi

Reseña de El Loco Chávez, por Koldo Azpitarte

 

ENLACES:

Carlos Trillo: Una entrevista Fracturada (del web site El Foco)

Texto sobre la obra Come la Vita, de Trillo y Sacarpa (del web site Fumetti.org)

Entrevista de Juan Manuel Carraro

Entrevista sobre CaZados (en caché)


[ Entrevista y ficha: M. Barrero para Tebeosfera 021005 ]