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Matthew Flinders deseaba cartografiar Australia, el continente que se acababa de descubrir, y demostrar lo que le indicaba su intuición: que se trataba de una isla. A bordo del Investigator, zarpó de Portsmouth dispuesto a llevar a cabo la misión de su vida, pero los franceses habían iniciado una expedición parecida liderada por un hombre misterioso, Nicolas Baudin. LF Bollée, encargado de varias novelas gráficas sobre el nacimiento de la Australia moderna y del clásico contemporáneo La bomba, une sus fuerzas a los de la joven artista italiana Laura Guglielmo, que con su dibujo luminoso nos muestra el drama de un hombre que veía el mundo como una carta de navegación que había que dibujar, sin comprender los riesgos políticos y sociales que corría.