TEBEOSFERA \ SECCIÓN  

COSAS DE TEBEOS / 4

Antonio Martín, historiador  

por ANTONIO MARTÍN  


Notas para un esquema del panorama histórico de la historieta de terror en España


El presente texto nace de mi participación con una ponencia en las Segundas Jornadas sobre Comic, celebradas en mayo de 2002 en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de Sevilla, dedicadas a “El terror en el comic”. Estas Jornadas tenían el valor añadido de rendir homenaje al recuerdo del Profesor Diego Coronado, catedrático de aguda inteligencia y amplios intereses, entre los que se contaba la historieta, y desde los cuales había impulsado la creación del grupo de estudios if en la Universidad de Sevilla.

Mi ponencia, presentada bajo el título “Paseo por el Terror y la Muerte... Notas históricas sobre el panorama de la historieta española de terror”, pretendía recuperar las referencias a viejos temas que son ya puras alegorías culturales, como es el paseo por el terror y la muerte... lo que implica también el amor y el miedo en tanto que fuerzas básicas que mueven la vida y que como tales forman parte intrínseca de nuestra cultura y nutren nuestro inconsciente colectivo. 


PLANTEAMIENTOS PREVIOS A LA PRODUCCIÓN DE HISTORIETAS

A partir de la ponencia presentada en dichas Jornadas he preparado estas notas históricas sobre el mismo tema para “Cosas de Tebeos”, texto que aún siendo unos simples y esquemáticos apuntes de situación sobre el panorama de la historieta española de terror, pueden contribuir a ampliar y documentar el conocimiento general al respecto.

De esta manera, la aportación a las citadas Jornadas sobre cómic, dando un marco de situación español al conjunto de ponencias presentadas, se prolonga ahora al trazar una aproximación documental histórica al tema, base de posibles trabajos de investigación más profundos y amplios. La utilidad de estas notas radica en que si bien se han publicado muchos cómics de terror en España, en la mayoría de los casos procedían de otros países y no eran historietas españolas (incluso cuando los habían realizado dibujantes españoles de agencia) y por ello su enfoque y análisis ha de hacerse siempre desde  la realidad de la historieta española o, como mínimo, desde el sistema de referencias de los lectores españoles.

El trabajo de investigación previo a la redacción de este texto, realizando mi propio recorrido histórico con los tebeos a la vista, a fin de valorar la importancia real que el género de terror ha tenido en la historieta española de más de un siglo, me ha permitido llegar a datos y conclusiones desde los que poder proponer (a los alumnos y asistentes a las referidas Jornadas y a los lectores ahora) el conocimiento de una panorámica general, y la lectura y estudio de unas pocas obras concretas, de la historieta española de terror.

Obras que pueden valorarse mejor conociendo la coyuntura editorial y sociológica en la que han de inscribirse las obras de terror extranjeras que han llegado a nuestro mercado lector, frente a las cuales se puede resumir ahora, como hipótesis de trabajo, la escasa relevancia que el género de terror ha tenido como temática específica en el panorama total de la historia de la historieta española.

Y no es que falten ejemplos importantes de historietas de terror en la producción autóctona. Es obligatorio destacar autores, obras, series e incluso algún tebeo español. Pero siempre como ejemplos aislados que no configuran una línea creativa y editorial destacable, una tendencia definida por el género, con un peso específico suficiente, en los más de 120 años transcurridos desde el nacimiento de la historieta española. Durante los cuales la historieta española de terror se asemeja a un Guadiana de escaso caudal que aparece y desaparece irregularmente a lo largo de la historia del medio en España.

En general, la mayor parte de la historieta de terror creada y / o publicada en España (debemos distinguir y mucho entre ambas opciones) ha correspondido a mecanismos editoriales y de mercado, y no a una demanda libre de los lectores, que mayoritariamente se han limitado a seguir la oferta, la tradición o las modas. Aunque es conveniente matizar la afirmación anterior teniendo presentes ciertas concomitancias sociológicas que como mínimo concurren en la oportunidad y conveniencia de las historietas de terror publicadas en nuestro país o, como mínimo, en la posibilidad de su publicación en momentos concretos; y siempre teniendo en cuenta que al ser la historieta parte de la cultura de un país, viene determinada por las condiciones objetivas en las que el todo cultural se desarrolla.

ACERCAMIENTO A LA HISTORIETA DE TERROR

Mis planteamientos sobre la historieta de terror española y su escasez, y relativa poca relevancia, arrancan de fecha tan lejana como 1971. Momento relativamente cercano en años, pero históricamente muy lejano en función de la evolución socioeconómica y política española. Y también en función de los importantes cambios habidos en la industria internacional del cómic en las últimas décadas y de su ya habitual reflejo e influencia sobre la industria y el mercado españoles.

Se trataba de un momento en que el cómic de terror se había puesto de moda en los USA y por ello, como de costumbre y de rebote, en Europa. Así, en España se dio entre los últimos años sesenta y los primeros setenta del siglo pasado un especial interés consumidor por las películas, los espacios televisivos, el cuento y la novela y el cómic de terror. Fue entonces, cuando con un punto de apoyo fundamental en el Festival Internacional de Cine de Sitges (que en sus primeras ediciones estaba dedicado casi monográficamente al terror) comenzó a editarse la revista Terror Fantastic.

Portada del número 15 de Terror FantasticLa revista estaba dedicada a todos los temas del género de terror. Y, además se nutría del interés prioritario de sus responsables por la fantasía en un variopinto espectro, que abarcaba desde King Kong a los más ínfimos productos gore. Sus páginas se apuntalaban en artículos, relatos, reportajes, ilustraciones, chistes y fotografías en los que predominaban las vísceras sanguinolentas, los mitos eternos del cine y del cómic, el sadismo y la necrofilia, la recuperación casi arqueológica de los seriales americanos del cine B, y otros temas fantásticos de terror en los que los colaboradores de la revista se desmadraban según sus gustos y predilecciones personales. Con la peculiaridad de que así como se escribió mucho sobre el cómic en general y algo menos sobre el cómic de terror, en cambio la revista publicó poquísimos cómics, y de ellos la mayoría fueron de humor, tocando el terror desde una perspectiva muy “brugueriana”, lo cual es significativo. Con la notable excepción de unas pocas páginas atípicas realizadas por José María Beá. Valga como documentación casi arqueológica recordar que entre los numerosos colaboradores de Terror Fantastic estaban Luis Gasca, Terenci Moix, Juan Tébar, Luis Vigil, Francisco Montaner, Andrés Martín (que aún no firmaba Andreu), Antonio Vilella, Carlo Frabetti, Carlos Nolla, Pierrot, Pedro Yoldi, Antonio Martín y otros muchos en lo literario. Y Enric Sió, José Mª Beá, José Peñarroya, Juan Bernet Toledano, Alfonso López, Javier Musquera, Esteban Maroto y algunos otros en lo gráfico.

Particularmente, en los años citados desarrollé una Sección fija en Terror Fantastic sobre el cómic de terror. En el marco de tal revista opté por titular fácil y genéricamente la sección que escribía “Comic Terror”. Y fue a lo largo del tiempo en que desarrollé esta sección monográfica cuando descubrí que era relativamente fácil tener tema para escribir artículos relativos al cómic de terror, siempre que escribiese sobre obras y autores de otros países. Pero que, proporcionalmente, era muy difícil centrar la sección en el cómic de terror español, tal y como mi interés por la historieta y el tebeo españoles me pedía, ya que las historietas de terror merecedoras de estudio o comentario eran escasas. De hecho, uno de los artículos lo dediqué a trazar esquemáticamente una ”mini historia” de la historieta de terror española (Terror Fantastic núm. 4, I-1972), y fue entonces, cuando a través de una rápida panorámica desde los orígenes hasta los años 70, pude verificar la escasa cantidad y densidad de la historieta española de terror.

Hecho que los años posteriores han confirmado con una producción pobre y poco relevante (siempre a salvo de los ejemplos estelares de rigor), debida a una industria que actúa en franca dependencia de la compra barata de derechos editoriales de cómics procedentes de otros países.

SOBRE EL VALOR SOCIOLÓGICO DE LA HISTORIETA DE TERROR

En los momentos de mayor auge del cómic de terror en el mercado español, independientemente de sus autores y procedencia, cuando los editores al uso se limitan a chalanear con el medio como una mercancía más, vendida por lotes, por metros o al peso, habrá que contar además con el componente sociológico que presenta el género de terror, en tanto que consecuencia o reflejo de momentos concretos de la sociedad en que se origina. Y ello incluye sus versiones más “ligeras”. Que son precisamente las más habituales en la producción propia española. Desde los “cuentos de miedo” tradicionales traspasados a la historieta, hasta la misma historieta humorística de terror. Desde las historietas seriadas que toman el relevo del cuaderno de folletín de perra gorda, pobladas por “vampiros del aire”, monstruos asesinos y seres del inframundo literario trasladado a los tebeos, hasta aquellas historietas de aventuras en las que frecuentemente los momentos de tensión (nudo-desenlace) se resuelven con abundancia de violencia y crueldad y una alta graduación de terror. Sin olvidar la historieta de humor costumbrista, en la que a medio camino entre la broma y la sátira se propinan agudos puntazos a las instituciones del sistema de clases dominante, siendo muy frecuentes los finales infelices cuando no francamente terroríficos.

Es aquí donde los investigadores de la historieta de terror española podrán hallar mayor campo de trabajo.

Nada similar por supuesto a los “horror comics” americanos de EC Comics, obra máxima entre la producción de otras varias editoriales de cómic books de terror norteamericanas de los años cuarenta y Polémica portada de Crime SuspenStories, de EC Comicscincuenta. Nada parecido, aunque sí mal copiado, a las lujosas, elegantes y pretendidamente adultas revistas de cómics de terror de Warren Publishing, que prefabricaron un éxito. Ni tampoco nada igual a las imitaciones de Warren realizadas por Marvel y otras editoriales (más populares y algo cutres)

Al margen de estas diferencias cuantitativas y cualitativas hay que reflexionar sobre el valor sociológico de la historieta española, que, durante los que son posiblemente los cuarenta años más importantes de su historia (1936-1975), estuvo marcada y determinada por los códigos de una sociedad surgida del régimen de fuerza que tenía el poder en España. En esta situación, y al margen de que los modelos anglosajones de terror no son propios ni se aclimatan bien a la cultura mediterránea (hecho que escasamente se ha tenido en cuenta), el análisis en profundidad de la historieta de terror puede ofrecer ejemplos concretos muy interesantes. Hasta el punto de que con las obras a la vista, en la mesa de trabajo,  documentadas y contextualizadas, es posible detectar la importancia de dichas obras por referencia al momento en que se han realizado y a quién y cómo las ha realizado. Otra cosa muy distinta es cómo se han publicado.

En resumen, hay que destacar las correlaciones existentes entre ciertas historietas españolas de terror y cómo interactúan, más allá de modas y de modos editoriales, con la sociedad concreta en la que se originan. Para acabar viendo que el género de terror muchas veces es solo el sudario que confunde al lector envolviendo obras que importan más allá de la calificación de género. Y ello aceptando y manteniendo la afirmación primera de que la historieta de terror no ocupa globalmente un lugar de especial importancia en el panorama histórico de la historieta española.

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[ © 2002 Antonio Martín, miembro del GELPI / Grupo de Estudio de las Literaturas Populares y de la Imagen ] [ Página web publicada en Tebeosfera 020628 ]