Manfred Deix

Nació en St. Pölten pero creció en Böheimkirchen, donde sus padres gestionaban una posada. Se interesaban las artes pero sus padres le forzaron a estudiar una ingeniería que nunca terminó. Tampoco concluyó sus estudios en Bellas Artes, en Viena. Se mudó a Estados Unidos, donde tuvo contacto con la escena underground, el alcohol, las drogas, el tabaco (que terminaría matándole) y con los Beach Boys, de cuya amistad surgió un disco de versiones de su música cantadas por él mismo en dialecto vienés.

Su labor más reconocida fue la de caricaturista y dibujante satírico, con un estilo grosero, excesivo, abiertamente procaz en ocasiones, y con cierta apetencia por las mutilaciones y las deformaciones físicas (a raíz de que su padre era un lisiado de guerra, porque le "dejaron un brazo en Rusia"). Era un dibujante franco, que denunciaba constantemente la hipocresía y la xenofobia que, según él, abundaba en su Austria natal. No solía entrar en liza con los políticos pero sí con los hábitos sociales tradicionales y también con la clase clerical, lo que le valió un pleito por blasfemia. Seguía una peculiar fórmula de trabajo, haciendo gala de su extraño sentido del humor, rupturista y provocador: añadía textos bajo sus imágenes, a veces en rima, escritos con tono infantil o con un estilo abiertamente vulgar. Por las singulares características de su trabajo, en Austria se popularizó el modismo "deixfigur", que significa persona con aspecto exageradamente deformado.

Con el tiempo se volvió más político, haciendo campaña por el bienestar animal, y formó parte del partido por los derechos de los animales de 2009 a 2010.

El Museo de la Caricatura de Krems mantiene una exposición permanente de trabajos de Deix. Su tumba está presidida por un gato engalanado.