Inició su carrera en Bélgica ilustrando un curioso libro sobre la cría de pollos en 1892 Les Poulaillers de Biamont. Ya en 1899 publicó en Bruselas un álbum de caricaturas titulado Nos binettes socialeuses, que recopilaba su trabajo en el periódico Journal de Bruxelles, donde venía colaborando usando la firma Boquillon (no hay que confundirla con la de Albert Humbert (1835-1886), publicista y caricaturista fundador, ilustrador y escritor de la publicación La lanterne de Boquillon, que también firmó así), con dibujos, caricaturas, historietas e ilustraciones de corte realista desde 1896. En Francia se publicaron sus trabajos con su nombre real al menos en 1901, en L'Assiette au Beurre, y en 1902 el monográfico de caricaturas Nos Ministres. Pero sobre todo fue conocido por la fundación del periódico satírico anticlerical Les Corbeaux, lanzado en Bruselas en mayo de 1904, donde firmaba como Ashaverus y Astaroth. La publicación tuvo gran penetración en una sociedad, la francesa, en la que se estaba gestando la separación de Iglesia y Estado, que tendría lugar por ley en 1905. Pero en la muy confesional Bélgica el periódico sufrió acoso y fue boicoteado en los quioscos y estaciones de ferrocarril donde se vendía. Por esta razón, Dubucq se mudó a París en 1905 con el fin de editar su periódico allí, aunque siguió encontrando trabas para su distribución (el Imperio alemán prohibió su venta en la región de Alsacia-Lorena).
Les Corbeaux desapareció a finales de 1909 tras sufrir continuados boicots pero, sobre todo, tras sufrir una demanda de una asociación de Grenoble.
Por lo que sabemos, el autor se mudó a España, donde siguió trabajando como dibujante, concretamente le vimos publicando historietas primitivas en las revistas editadas por Magín Piñol Pierrot o Colorín, en Pulgarcito de El Gato Negro e incluso en Alegría de Rossell y también ilustraciones en cuentos y libros, como los de la colección Cuentos en Colores, editados por Ramón Sopena a partir de 1921, siendo muy popular su personaje Pirulete.
A finales de la década de los veinte se traslado a Argentina donde colaboró con el escritor y editor Constancio C. Vigil para quién ilustró cuentos en la Editorial Atlántida y realizó ilustraciones muy coloristas en la revista Billiken.
Sus últimas historietas las publicó en Bélgica a partir de 1935. Fue en la casa Brepols, en Turnhout, adaptó en historieta varias obras de la Condesa de Segur, dentro de la colección "Pour nos enfants": Les petites filles modèles, Un bon petit diable y Les nouveaux malheurs de Sophie.