EL INDUSTRIOSO CARLOS PACHECO
MANUEL BARRERO

Title:
The industrious Carlos Pacheco
Resumen / Abstract:
Carlos Pacheco. In Memoriam / Carlos Pacheco. In Memoriam
Palabras clave / Keywords:
Carlos Pacheco/ Carlos Pacheco

EL INDUSTRIOSO CARLOS PACHECO

 

Todos admirábamos y respetábamos a Carlos Pacheco. Desde muy temprano había adquirido ese rango de líder, de faro de emprendedores, que exhibía sin soberbia alguna, con un donaire que le salía de natural y con aquella chispa gaditana tan característica. Era simpático. Era listo. Era inteligente. Era cerebral. Era todo talento. Y se nos ha ido.

La implacable Hela se ha llevado a nuestro guerrero de los ojos azules.

Carlos Pacheco era único. Le conocí de un modo singular. En el comienzo de los noventa yo era redactor de Planeta-DeAgostini y ávido consumidor de tebeos de todo tipo, también de superhéroes. Conocía perfectamente la trayectoria de Pacheco, no solo como dibujante de superhéroes, también como corresponsal de correos de lector que expresaba sus opiniones con prosa fluida, y también como autor de historietas aparecidas en publicaciones que no eran de superhéroes (a mí esas me habían gustado especialmente). Pero por aquel tiempo también quería yo ser crítico de cómic, un poco ufano, todo sea dicho, y me movía por los fanzines y las revistas de crítica dejando reseñitas lacerantes o mensajes lapidarios aquí y allá. En uno de mis comentarios analicé someramente la trayectoria de Carlos Pacheco tildándolo de “industrioso”. No había malicia en el adjetivo, pero sí intención de ubicar al autor en el escenario de la industria americana, asumiendo que tenía muy buen olfato para los negocios, amén de talento para dibujar. Para mi sorpresa, poco después de publicarse aquello recibí una llamada de teléfono y al otro lado se presentó alguien con voz alegremente grave diciendo: “¡Hola, soy el industrioso Carlos Pacheco!” Al parecer, él había leído algunas de las chorradas que había escrito yo y había decidido llamarme porque, según él, “Es buena cosa conocer a tus críticos”. Me pareció de gran elegancia aquello. Nunca, nadie, había reaccionado a una crítica mía llamándome para conocerme y manifestar su respeto. Solo lo hizo Carlos Pacheco, en un alarde de inteligencia que luego descubrí que era su principal característica.

Hablamos, compartimos ideas y, sobre todo, me enseñó cosas. Me enseñó, por ejemplo, que hay autores y artesanos, pero que, además, hay artesanos aparentes que en realidad son los más grandes autores. Cuando me invitó a uno de los cursos de verano que él conducía en San Roque descubrí que Carlos no era solo un señor que dibujaba hombretones musculados al dictado de algún guionista contratado que seguía al dedillo una línea editorial (a su vez estrechamente vigilada por toda una filosofía editorial). Sí, me refiero a la industria de los superhéroes. Aquel verano en el que nos vimos en San Roque Carlos estaba dibujando Superman. Hablamos de su experiencia con el personaje y del mayor porcentaje de grasa que él depositaba sobre sus músculos, lo cual a mí me había sorprendido después de las efigies tan fibrosas establecidas por John Byrne y émulos posteriores, obstinados por añadir algún músculo más al cuerpo apolíneo del superhombre. Me comentó que él había afrontado el reto de dibujar a Superman tras un proceso de reflexión profunda que le llevó a considerar el modelo de Wayne Boring como emblemático y necesario de recuperación, porque quería ofrecer una imagen más “monolítica” de un héroe que se hallaba por encima de todos los héroes con capa. Me sorprendió aquel modo de afrontar su trabajo. Entró en muchos otros detalles y yo me percaté de que estaba conversando con un gigante de la historieta. Porque Pacheco no solo asumía el reto de intentar mejorar su trazo, su estilo o su filigrana ante el tablero de dibujo. No, él adoptaba un compromiso con su trabajo, embebiéndose en el relato hasta quedar inmerso en los personajes. Comprendí aquella noche que se podía ser dibujante de una industria en la que nadie es propietario de nada y ser un Autor, con mayúscula, capaz de construir emociones nuevas tras un proceso de reflexión intelectual. Y todo estaba ahí, en esas viñetas de elegante composición que escondían tanto: guiños andaluces, homenajes, gestos, elementos del natural, reconsideraciones, arrepentimientos y, claro, esa gravedad equilibrada que Pacheco concedía a todo lo que dibujaba.

Cuando hablamos sobre su Arrowsmith también me enseñó cosas nuevas y aprendí con él aspectos sobre el cómic que yo ya conocía pero no había sido capaz de expresar por mí mismo. Porque Carlos tenía también esa otra virtud que pocos tienen y que no se aprende, solo se lleva en los genes: era un maestro de la vida. Lograba sacar de ti ideas que llevabas tiempo intuyendo pero que nunca afloraron. Él te las brindaba gratis, acompañadas de alegría, con aquella guasa natural que siempre le persiguió. Mucho hablamos del “cómic de autor”, de la imposibilidad de escabullirse del marco de la cultura popular, de lo nuevo aparente y de lo viejo constante, del fan service y de la grandeza del rock. Pero fue poco, muy poco, para lo que me hubiera gustado.

Ahora se nos ha ido, en el mejor momento de su vida, ese en el que muchos creen que ya lo saben todo pero que en realidad es cuando se redescubre el mundo y la belleza de vivir. Se ha ido uno de los más aclamados dibujantes de superhéroes, feliz por haber sido reconocido en vida, multipremiado, amado por todos, respetado aún más… Sí, pero se ha ido cuando todavía querríamos aclamarlo más, reconocerlo mejor, premiarlo absolutamente, amarlo y respetarlo siempre.

Es tristemente paradójico saber que Carlos Pacheco era un gran historietista que trataba a los personajes como personas y que sabía que nos gustan los cómics porque todos deseamos vivir varias vidas, aparte de la nuestra. Paradójico porque él ya ha terminado de vivir la suya. Honrémosle gozando del eco de la emoción que nunca dejarán de proporcionar sus dibujos.

TEBEOAFINES
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Creación de la ficha (2022): Félix López
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
Manuel Barrero (2022): "El industrioso Carlos Pacheco", en Tebeosfera, tercera época, 21 (14-XI-2022). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 26/IV/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/el_industrioso_carlos_pacheco.html