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LA INTERNET PARALELA: RECURSOS DE INFORMACIÓN SOBRE CÓMIC EN LA RED

Artículo por Jesús Castillo Vidal y Manuel Barrero

 
 [ Partes:    1    |    2    |    3     |    4    |    5    |    6    |    7    |    Conclusiones y Bibliografía  ]

2. INTERNET COMO MEDIO PARA LA DIFUSIÓN DE INFORMACIÓN.

La Red es un medio que se encuentra abierto a la participación masiva y una de sus particularidades principales es su mutabilidad, su naturaleza cambiante. Un intento de enumerar algunas de sus características más relevantes, podría ser el siguiente:

- Facilidad de publicación: este primer punto va a condicionar el resto de cualidades de forma absoluta en los términos que a continuación comentamos.

- Heterogeneidad de contenidos: probablemente no exista en nuestro entorno cultural y social un espacio como éste donde se mezclen desde la simpleza más necia hasta contenidos científicos de primera línea.

- Heterogeneidad formal: a la diversidad anterior hay que sumarle la referida al sinfín de soportes en los cuales podemos encontrar la información que se busca: páginas web sencillas, páginas dinámicas que sólo existen en el mismo momento de realizar una consulta, documentos multimedia, de texto simple, etc.

- Alta volatilidad: la facilidad de edición en los entornos digitales ha provocado que las actualizaciones de contenidos se realicen con más agilidad que en el medio impreso. Esa gran ventaja puede convertirse en un inconveniente si ocurre que la página localizada ayer no exista hoy. Como posible solución a esta eventualidad se puede contar con el proyecto archive.org (un archivo histórico de páginas web desde 1996) o con la opción caché de Google (los robots de este buscador sito en www.google.com preservan temporalmente una imagen de cada página web, incluso si ha sido recientemente eliminada).

 - Hipertextualidad: Esta característica fundamental hace posible que documentos situados en diferentes máquinas, en diversos lugares, puedan unirse mediante un lazo virtual. Esto produce la impresión de encontrarnos en una auténtica telaraña donde se establecen invisibles relaciones entre datos en apariencia no conectados. Esta cualidad está siendo estudiada a través de lo que se conoce como "web mining" o minería de datos.

- Falta de normalización: otra consecuencia derivada directamente de la primera característica es que en ocasiones los contenidos son vertidos a la Red sin orden ni concierto, sin conocerse cuál es la persona que los saca a la luz, ni siquiera con la seguridad de que él sea su autor original. Es más, a tal punto ha llegado la posibilidad de reproducción del documento digital que muchos son copiados y reproducidos indiscriminadamente.

- Crecimiento exponencial: ante la falta de control y la creación de cada vez más recursos informativos, se impone hacer una selección de aquellas fuentes más fiables o que nos ofrecen una mayor cantidad, y calidad, de información. Elegir las que más confianza ofrecen se convierte en algo fundamental.

Nos encontramos por tanto en un entorno donde la información, de todo tipo, está completamente a nuestra disposición y donde, además, el propio medio influye en las características de los documentos que ofrece. Si atendemos al contador de Google, en la actualidad el número de páginas web indizadas se va acercando a los 5.000 millones, y eso sin contar con las que se hallan fuera del área de actuación de los motores de indexación: páginas dinámicas, intranets corporativas, bases de datos, etc. Eso implica mucha cantidad de información: Aguillo (2000) cifraba en 2.000 millones el número de páginas web disponibles en el año 2000, así que podemos hacernos una clara idea del desarrollo exponencial de los contenidos en internet. Una ingente cantidad de información que supera con creces la capacidad de asimilación de cualquier persona o la de análisis de cualquier herramienta informática: en la actualidad ningún motor de búsqueda es capaz de rastrear e indicar toda la web, con lo que los resultados de una consulta no siempre son exhaustivos.

Ante esta situación se hacen necesarios nuevos mecanismos de búsqueda (Baeza-Yates, 2004), procedimientos más potentes de consulta en los buscadores (Montes, 1999) y modos de actuar claros a la hora de localizar información fiable de acuerdo con el entorno cambiante en el que nos movemos (Olvera, 1999). También es importante el papel de los propios autores o productores de los recursos ya que es responsabilidad suya hacer accesibles sus documentos mediante la incorporación de metadatos (Senso; De la Rosa, 2003) que permitan a los robots de búsqueda su mejor clasificación atendiendo directamente a sus contenidos. Si el proyecto de la futura web semántica prospera, ésta será una cuestión a tener muy en cuenta. Sin embargo dicho método presenta el gran inconveniente de que deja en manos de los mismos productores de la información la decisión final de poner o no las etiquetas correspondientes a la descripción más exacta de los contenidos, lo que puede provocar que en ocasiones no sean los más adecuados, con lo que los resultados de la consulta en los buscadores no serán los esperados (Codina, 2003).

3. LA EVALUACIÓN DE PÁGINAS WEB.

Ante la problemática actual de la gran profusión de páginas web (a la que aún no se le ha dado una respuesta convincente) y la selección de aquellas más pertinentes, nos encontramos con la disyuntiva de escoger entre recursos de información de calidad. Han sido varias las disciplinas desde las que se han intentado acercamientos a este problema ansiando ofrecer una solución. La documentación también ha ofrecido sus herramientas a la hora de procurar una evaluación de las páginas web disponibles en la Red y todo ello desde diversos aspectos: de contenido, de diseño, la usabilidad, su amigabilidad, la posibilidad de recuperación de información, estudio de citas, etc.

Globalmente, podríamos decir que existen dos caminos principales a la hora de aproximarnos a la evaluación de las páginas web: desde el impacto que tienen en su contexto de aplicación y desde el punto de vista de la calidad del recurso, entendida ésta desde las perspectivas anteriormente comentadas. Ambas cuestiones las desarrollaremos a continuación:

a. El estudio de impacto.

Existe una disciplina íntimamente ligada a la documentación que estudia el factor de impacto que un determinado artículo, monografía o un autor en concreto tienen dentro de su campo de investigación. Nos referimos a la bibliometría y la cienciometría, que intentan ofrecer respuestas cuantitativas, es decir, medibles y cuantificables, a los problemas planteados en relación a este punto mediante el análisis estadístico de las citas presentes en los diferentes trabajos. De esta forma es posible, entre otras cosas, dar datos concretos sobre quién es el autor más influyente dentro de una disciplina atendiendo al número de veces que se le cita, o autores influenciados por otro/s o que siguen caminos similares en sus investigaciones. ¿Existe un área de estudio semejante a la bibliometría aplicado a la Red? La respuesta a dicha cuestión es afirmativa: la cibermetría, que en su modelo actual y moderno es «entendida ya como un conjunto de disciplinas que se apoyan en técnicas aplicadas anteriormente en información y documentación cuantitativa y que ahora encuentran su símil en internet» (Aguillo, 2000, p. 237).

En la actualidad existen numerosos métodos para obtener un dato aproximado en relación a ese factor de impacto aplicado a la Red. Aguillo (2000) ofrece un repaso a estos procedimientos de actuación así como algunos indicadores cibermétricos aplicados en este contexto. En nuestro caso no aplicaremos ninguno pues superaría con mucho los objetivos de este artículo, aunque desde aquí animamos a que se realice este tipo de análisis, intentado aportar claridad desde el punto de vista cuantitativo de la investigación. El mundo del cómic no debería permanecer al margen de ciertos estudios (que son habituales en otros contextos de la comunicación y artísticos) y pretender, al tiempo, una aceptación metodológica y cultural que está más lejos que cerca. El reconocimiento de un estudio o un trabajo debe basarse en varios criterios y no sólo en el de autocomplaciencia, que en el ámbito teórico de la historieta llega a ser alarmante y que en nada favorece su difusión fuera de sus ambientes habituales.

De cualquier forma, el estudio del factor de impacto también plantea una nueva duda (tanto en el entorno impreso como en el digital): saber si una página web muy citada o visitada ofrece garantías de calidad. Diversos autores proponen que si una página web es muy visitada se le supone cierta garantía, por lo menos, de credibilidad, pero no siempre es así:

-          El número de visitas que una página recibe es un dato cuantificable con cualquier aplicación de las muchas actualmente accesibles en la Red. Este método presenta el inconveniente de que si una única persona actualiza una página eso cuenta como dos visitas. O sea, el método deja bastante que desear, aunque existen programas que realizan análisis estadísticos dependiendo de las acciones que el usuario realiza mientras visita la página. Otro procedimiento consiste en usar los ficheros .log, generados por muchos sitios web con información de las conexiones recibidas y otros datos complementarios (un ejemplo son los periódicos digitales que se encuentran dentro del control OJD).

-          En cuanto al estudio de citas aplicadas en el entorno web, actualmente la mayoría de los grandes buscadores incorporan procedimientos de consulta que permiten saber cuántas páginas, en este momento, incorporan un enlace a un sitio web en concreto en toda la Red. Evidentemente, y ante la complejidad de la definición de sitio web, donde una misma sede estará compuesta de innumerables documentos o páginas, se hace necesaria la aplicación de un método garante y uniforme que dé una respuesta fiable. En ese sentido, Rodríguez i Gairín (1997) realiza un acercamiento bastante interesante a esta cuestión y proporciona un método estadístico relevante y fácilmente aplicable. También es importante conocer cuáles son las páginas que citan a otras pues, como comenta Codina (2000), muchas veces los recursos más citados en los medios suelen ser triviales y sin mérito.

b. Evaluación de la calidad.

Al igual que en el caso anterior, existen diferentes formas de acercarnos al problema para buscar soluciones. Nos interesa la evaluación del recurso desde la perspectiva de la calidad de la información que pueda ofrecernos, lo cual no es tarea fácil. En el punto anterior se ha comentado que, mediante técnicas y procedimientos estadísticos pueden medirse cuantitativamente la importancia relativa de una página web. Pero la respuesta a una evaluación de la calidad de la información va mucho más allá de un mero análisis estadístico. Evidentemente este punto va íntimamente relacionado con la necesidad de información que una persona pueda tener en un momento dado. En este sentido, son interesantes las reflexiones sobre el concepto "necesidad de información" planteadas por Olvera (1999) y cómo su definición y concreción puede darnos una aproximación válida al problema.

En este entorno ambiguo y subjetivo, la persona que busca información es la que determina si lo que se le ofrece le resulta pertinente o no de acuerdo con la certeza y la veracidad de esa información (Fornas, 2002). No obstante, sí existen ciertos procedimientos cuantitativos que nos permiten llevar a cabo una evaluación de la calidad de los recursos de información atendiendo a una serie de criterios ponderados, los cuales se basan en cuestiones como:

- Usabilidad y accesibilidad: ¿el sitio se puede navegar sin dificultad?, ¿sus diferentes secciones son fácilmente accesibles?, ¿se puede encontrar sin problemas en la Red? Hay que tener en cuenta en este punto su diseño, que «no es una vidriera para el despliegue de proezas gráficas» (García de León; Garrido Díaz, 2002) y que debe de estar supeditado al contenido, y no éste al diseño.

- Autoría: es importante saber quién o quiénes son responsables del sitio web, en orden a su credibilidad. Como ya se ha comentado, no todo lo que se vuelca en internet es cierto y resulta conveniente saber quién ha emitido cada información, pues eso nos dará pistas sobre su fiabilidad. Además, su carácter independiente marcará su credibilidad, pues en el mundo de los cómics siempre existen intereses de editores, libreros, distribuidores, los propios autores, y tendencias, gustos y amistades que pueden modelar la información y los fundamentos de opinión. Muchas listas de criterios para la evaluación penalizan negativamente, en buena lógica, la relación que pueda establecerse entre la página web, o los comentarios vertidos en ella, con una empresa relacionada con su contexto de aplicación.

- Cantidad de información: muchos autores equiparan cantidad a calidad. Ésta no es una cuestión baladí ya que, aunque es más probable encontrar lo que se necesita en un recurso donde se nos ofrece mucha información, no es algo que tenga una correlación absoluta.

- Actualización: es otro tema candente. Si en el contexto impreso la actualización de un producto editado en papel necesitaba de unos plazos que podrían ser de meses o años, esto resulta inaceptable en la Red donde la incorporación de nuevos contenidos debe ser muy frecuente, lo que también ofrece garantías de una esperanza de vida que permita alumbrar un recurso de calidad futuro.

Hoy hay diferentes criterios para evaluar la calidad de un recurso de información en la Red. Algunas de estas propuestas pueden consultarse en la bibliografía final; entre las que más aceptación gozan por parte de la comunidad académica se encuentran las planteadas por Codina (2000a y 2000b). Sin embargo, dada la naturaleza de las páginas objeto de este estudio, las referidas al mundo del cómic en lengua española, quizá sea más interesante centrar el estudio mediante los criterios establecidos en Jiménez (2001).
 

2. INTERNET COMO MEDIO PARA LA DIFUSIÓN DE INFORMACIÓN.

3. LA EVALUACIÓN DE PÁGINAS WEB.

4. TIPOLOGÍA DE LOS RECURSOS WEB.

5. RECURSOS WEB DE INFORMACIÓN SOBRE CÓMICS EN ESPAÑA.

6. UNA PRIMERA SELECCIÓN DE ALGUNOS RECURSOS DEL CONTEXTO ESPAÑOL.

7. OTROS RECURSOS SOBRE CÓMICS EN OTRAS LENGUAS Y PAÍSES.   Bibliografía


 [ © 2004 J. Castillo Vidal y M. Barrero, para Tebeosfera 041125 ]