22-XI-1923 · Lens · Hainaut · Valonia · 
Paul Cuvelier mostró gran talento para el dibujo desde edad temprana. Dibujaba del natural, construía marionetas y adaptaba con sus hermanos obras literarias como La isla del tesoro de Robert Louis Stevenson, Robinson Crusoe de Daniel Defoe o Corentin Quimper de Paul Féval. De hecho, esta última obra que narraba las aventuras de un huérfano que acaba en la India corriendo aventuras con un gorila y un tigre, fue con la que debutó Cuvelier en el primer número de Le Journal de Tintin, en septiembre de 1946, bajo el título L'Extraordinaire Odyssée de Corentin Feldoé. En los guiones le ayudaron Jacques van Melkebeke, Albert Weinberg, Gine Victor, Michel Greg, Jacques Acar y Jean Van Hamme, con los que mantuvo la serie hasta los años setenta, con pausas amplias entre aventura y aventura. Como curiosidad cabe comentar que el artista español Juan López de Uralde le echó una mano en algunas páginas de sus dos últimas aventuras. Hubo un intento de rescatar la serie Corentin en 1973, en colaboración con Jacques Martin, pero Cuvelier abandonó el proyecto.
La editorial Le Lombard publicó las aventuras de Corentin en álbumes desde 1950, con retoques en el dibujo inicial (muy barroco) y con un color que modificaba el ritmo narrativo. La colección fue relanzada en 1992 con nuevo color de Marc-Renier y Marie-Noëlle Bastin. El editor volvió a recopilar la serie en dos grandes volúmenes integrales en 2010, y el personaje fue revivido en 2016 en la historieta Les Trois perles de Sa-Skya, con dibujo de Christophe Simon sobre una historia de Van Hamme que no gustó nada a Cuvelier.
Las aventuras de Corentin se han adaptado en una serie de animación para la televisión titulada Les Voyages de Corentin (1993-1998). Belvision produjo veintiséis episodios en colaboración con Média-Film y Saban International. Van Hamme fue el guionista. También gozó de una versión en libros ilustrados en 1995, a cargo de Jean Cheville y Nadine Forster.
Cuvelier en realidad abandonó casi por completo la historieta durante largas temporadas en favor de la pintura y la escultura, artes que le atrajeron mucho más a partir del ecuador de los años cincuenta. Pero cuando necesitaba dinero regresaba y elaboraba alguna obra circunstancial, como una versión de la pasión de Cristo sobre guiones de Y. Duval, una adaptación de La Ilíada de Homero, una epopeya medieval sobre guion de Greg titulada Flamme d'Argent... En los años sesenta regresaría eventualmente a Cortein y volvería a dibujar historietas de otro tipo: las desventuras del joven indio Wapi en 1962, sobre guiones de J. Acar; Line, de nuevo con Greg, en 1963; la narrativa entre mítica y erótica Epoxy, obra realizada en 1966 sobre guiones del joven Van Hamme que le daría fama internacional.
Murió prematuramente (solo 54 años) en 1978, en vísperas de su primera exposición importante de pinturas sobre el tema de las ninfas.
Philippe Goddin publicó un libro repasando su obra titulado Paul Cuvelier: Corentin et les chemins du merveilleux.
