Gianni Dalfiume

Gianni Dalfiume nació en Italia pero con cinco años se mudó a la Argentina y por lo tanto se reconoce como uno de los maestros surgidos de la historieta argentina. Dibujante de un estilo muy personal y expresivo, apasionado como era de las historietas de Tex Willer, comenzó ofreciendo wésterns a una revista de la Editorial Bruguera afincada en Argentina. Tras un año desarrollando su talento gráfico en el taller de Miguel Ángel Repetto pasó, ya iniciada la década de los años sesenta, a dibujar en la alineación de revistas de la Editorial Frontera, realizando en este caso historietas bélicas sobre guiones de H. G. Oesterheld y otros. Trabajó en Hora Cero y Batallas Inolvidables. Como Oesterheld también trabajaba para Editorial Yago, allí se fue a colaborar Dalfiume, realizando policiales y wésterns para sus resvistas, como Rayo Rojo, casi todos sobre guion de Antonio J. Díaz en este caso. Luego, atraído por Hugo Pratt, publicaría en la revista Misterix, una serie titulada Doc Sandy. 

En 1965 ingresó en las filas de dibujantes de la Editorial Columba por mediación del autor Enrique Vogt y allí siguió dibujando policiales, historias del Oeste, de guerra, adaptaciones cinematográficas, etcétera. Colaboró en este sello con guionistas notables, como Robin Wood, Julio Alvarez Cao, Jorge Morhain o Ray Collins, desarrollando en este sello la mayor parte de su carrera profesional. Y de forma muy prolífica: solo con cuatro de sus series llegó a ocupar 4.800 páginas de diversas revistas de Columba, lo que da fe de su capacidad de producción.  Algunas de sus creaciones memorables fueron: Shannon, Pier el Corso o El Virginiano .

En 1968, la popular revista El Tony dio cabida a una singular historieta autoconclusiva que sorprendió por su originalidad. Su protagonista era un cowboy bastante desaliñado y nostálgico llamado Jackaroe que vivía insólitas aventuras escritas por Robin Wood y dibujadas por Gustavo Trigo. En el tercer episodio, aparecido a mediados de 1968, se hizo cargo de la serie el dibujante Gianni Dalfiume, y Jackaroe comenzó a adquirir una personalidad muy particular a raíz de lo cual se forjó un rico universo ficticio que emocionó a una legión de amantes de la historieta. De hecho, se considera que Jackaroe integra, junto a Nippur de Lagash y Dennis Martin, una "trinidad sagrada" de personajes de historieta argentina.

La carrera de Dalfiume no se limitó a las obras publicadas en Argentina, trabajó también para el exterior a través de agencias (en historietas bélicas como las destinadas a Army War Heroes, del sello Charlton, por ejemplo, u otras destinadas a Escocia o Italia), colaboró con el proyecto de revista autogestinada Turay (en 1972, en la cual dibujó la serie John Juan) y destinó historietas cortas de humor gráfico a la cabecera Superhumor, de Editorial La Urraca, en 1982, generalmente sobre guiones de Carlos Trillo. En los años ochenta participó en la mítica revista Fierro, con la serie sobre un bandido rural titulada Bairoletto.

Dalfiume abandonó la historieta en el siglo XXI pero siguió elaborando ilustraciones para diferentes proyectos. Su presencia en el medio prosiguió porqueLa Duendes recuperó en 2013 parte de su obra en el libro ¡Bairoletto!, el bandido rural y otras historias. En 2015 el sello Ferullo Burke editó un libro dedicado a su vida y obra inaugurando con él la Colección Historietistas, lo que dio pie a que se reeditara parte de su obra en Italia. En 2017 comenzó a preparar un conjunto de historietas sobre la vida de Casimiro Szlápelis sobre guiones de Alejandro Aguado.