Rafael Losada se incorporó muy joven a la profesión de dibujante, siguiendo los pasos de Joaquín Blázquez, que era su amigo desde la infancia.
Publicó su primera historieta, una de wéstern, en 1964, a la que le siguió una interpretación histórica, la de la vida de Atila. Durante la década de los sesenta trabajó sobre todo para los sellos Bruguera y Toray. De sus colaboraciones con el primero se recuerda su participación en la sección de carácter colectivo Aunque le cueste creerlo, que se ofrecía en Pulgarcito semanalmente. De su trabajo para Toray destaca su dibujo en Hazañas del Oeste. Al final de la década creó una serie detectivesca para la revista Gaceta Junior, la titulada Inspector Haljan (1969), y también participó en algún episodio de Félix, el amigo de los animales.
En las décadas siguientes, Losada trabajó sobre todo para el extranjero a través de las agencias Bardon Art y Selecciones Ilustradas. A través de SI publicó en el último número de Paranormal para IPC King. A través de Bardon Art dibujó la serie Danger Mind, así como historias de caballos para Semic Press en Suecia. También se encargó de abundantes cómics para Fleetway, tanto bélicos como románticos (Valentine, Blue Jeans), y de acción y horror para la editorial alemana Bastei (Gespenster Geschichten, Spuk Geschichten y Brooom).
Con el cambio de siglo se trasladó a la localidad gallega de Isla de Arosa, dibujando allí una de sus últimas aportaciones al cómic conocida, para el tebeo colectivo H2Oil, en 2003. De 2009 a 2013 mantuvo un blog titulado El Escondite del Lobo, en el que hablaba de sus compañeros de profesión.