Edmundo Marculeta Goicoechea

Edmundo Marculeta comenzó a trabajar en la industria de los tebeos españoles con 16 años, en 1940, en tebeos de Editorial Valenciana usando el seudónimo E. Galateo: Selección aventurera, Las grandes aventuras, Barton el gladiador del espacio, que era una imitación de Flash Gordon, Harry Peterson, la adaptación a la historieta de un folletín El vengador del mundo y el calco de Tim Tyler`s Luck que fue la serie Julio y Ricardo, su obra más reconocida de entonces –y en la que deslizó ciertos mensajes afines a su rechazo de la dictadura-, cuyas dos épocas escribió y dibujó. Tras menudear por otros títulos valencianos, como Jaimito o Selecciones de Jaimito y madrileños como los afines al régimen militar o al nacionalcatolicismo Clarín, Flechas y Pelayos o Trampolín, el autor emigró a Francia junto con su hermano Alfredo, guionista de historieta y también de base ideológica anarquista, como lo era toda su familia.

Desde 1949, al tiempo que se formó como pintor, dibujó para publicaciones francesas, como las del sello SAGE, fundamentalmente protagonizadas por pistoleros del lejano Oeste, o las de Edition Presses Mondiales, como Les grands romans d`amour o Les grans romans (noirs) dessinées, larga colección en la que Edmundo alternó ilustraciones con historietas dramáticas o de suspense salpicadas con erotismo (al lado de Forest, Gal o Jacques Thibésart, entre otras firmas). Por esta época comenzó a firmar algunas obras con los seudónimos: Marcouleta, Marcouletta o simplemente Marcou, en series como Jim l'Éclair y Sandy le Petit Boucanier (para Ohé) o Gazelle Blanche (para Sagédition). También durante este periodo abordó la serie de corte levemente erótico Câline et moi para la revista Le Hérisson, en este caso usando el seudónimo Marcou. Les conquérants de l`univers fue otra serie para esta revista, y fue el responsable de Jean-Pierre, serie que dio título a su propia cabecera en 1954. En la década de los años cincuenta trabajó al mismo tiempo como ilustrador, desarrollando un estilo realista muy convincente; obras de este tipo las podemos hallar en números especiales de Fillette y en L'Express Illustré (con Rudy le Vieux Sheriff) y Bonnes Soirées. Llegó a dibujar historietas para niños durante los años finales de esta década, en revistas como Record, del grupo Bayard (donde colaboró con el guionista George Dollart, en realidad su hermano Alfredo), Lisette (donde se hizo cargo de la serie Miss Benett), Aventure Boum (aquí dibujó las aventuras de Tom Nikson), o las más bien conocidas Pif, Hurrah! o L`intrépide.

Para la colección Marius dibujó Mlle Farfelue, cuyo protagonismo correspondía a una heroína juvenil y aventurera. Algo parecido a lo que hizo durante los sesenta en series como Calamity Jane, Vandilia West, La noctambule o Chicago Twenties, en las que asomó un sugerente erotismo, algo a lo que era aficionado el autor. También dejó escapar Marculeta su vena satírica y crítica contra las tiranías en su obra humorística Bolo contre Tirano Lopez en uno de los números de Mini-Bibliothéque Spirou (de 1961).

Durante los sesenta y los setenta difundió su firma por otros países, pues comenzó a publicar en Reino Unido (por ejemplo, se encargó de un episodio de Maroc the Mighty), en Suecia (la serie protagonizada por Gino Minestrone) o en Alemania (para el sello Unipart Verlag GmbH y para la revista Sexy Verlag). Las obras realizadas para los dos últimos países mencionadas ya incidían en el género sadomasoquista. Elaboró historietas de esta índole para L'Hérisson y Marius, usando seudónimos como Boris Tunder y Tony Cranach. Precisamente impulsado por la respuesta que provocaron estas obras fue por lo que decidió conocer personalmente a Eric Stanton, tras un viaje a los Estados Unidos. Fraguó buena amistad entre ellos y Edumundo comenzó a colaborar en lo sucesivo con Stanton, aportando historietas e ilustraciones para la publicación Stantoons (firmando Markuleta).

Cuando se adivinaba el final del franquismo Marculeta pasó algunas temporadas en España. Por ejemplo, en 1972 recaló en Barcelona tras haber pasado un tiempo en Venezuela perfeccionando su pintura, y por entonces dibujó y editó él mismo un producto híbrido entre la historieta, el documental biográfico y el folleto propagandístico titulado Las seis muertes de Durruti, un libro muy codiciado por los interesados en los anarquistas y los cenetistas que fue reeditado en 1985 por el sello Pensée et action en Toulouse. Acabada la década de los años setenta, tras haber expuesto sus pinturas en el sur de Europa (en Grecia y en Andalucía) decidió afincarse definitivamente en España y probar suerte en la pintura y en la edición de tebeos. Aficionado como era a las historietas sadomasoquistas de Eric Stanton fundó en Barcelona la publicación Eurostantoons (1981-1989), en la cual recopiló historietas de autores de este tipo de erotismo bondage, como Stanton, Eneg, Ram, Glen, Perrin y algunas propias, con su peculiar estilo visceral, con resoluciones plenas de carnalidad y nunca exentas de un toque de humorismo.

Sus ediciones cesaron con su muerte, en 1989, habiendo cumplido solamente 65 años.