MILTON CANIFF Y TERRY AND THE PIRATES. LA MADURACIÓN DEL MEDIO. EL CÓMIC PARA ADULTOS
EDUARDO MARTÍNEZ-PINNA

Resumen / Abstract:
Notas: Ensayo redactado para Tebeosfera que, por su longitud, ha sido fragmentado en tres partes.

MILTON CANIFF Y TERRY AND THE PIRATES. LA MADURACIÓN DEL MEDIO. EL CÓMIC PARA ADULTOS

Milton Caniff es, probablemente, el padre del moderno cómic de aventuras y, seguramente, el primero en llevar este género hasta su máxima expresión. El desarrollo y posterior crecimiento de los personajes en el tempus narrativo, el perfeccionamiento de constructivas tramas argumentales, la documentación de los escenarios con figurantes y utillaje realistas avalan esta, tan categórica, premisa. Además, el autor es dueño de uno de los estilos referenciales en el arte de la historieta, caracterizado por el dominio del claroscuro, el contraste de la luz y de las sombras expresado en manchas de pincel que tienden hacia la abstracción y la descomposición de la secuencia en viñetas haciendo que el ritmo narrativo progrese de manera similar al estilo cinematográfico.

Caniff ha sido un autor ideológicamente controvertido al estar intervenido por estamentos gubernamentales, hecho que ha podido lastrar la calidad de su obra, según opinión de foros con ideologías poco afines a las de su autor y desarrolladas mayoritariamente en Europa. Lo que no deja lugar a dudas es que su capacidad creativa supera con creces el lastre ideológico que jalona su obra haciendo de él uno de los más influyentes autores de la narrativa en viñetas. Dicha influencia se manifiesta, además, en la importante nómina de autores que asumen su técnica, tanto en la construcción del relato como en la plástica de su dibujo.

Milton Arthur Paul Caniff nace en Hillsboro (Ohio) el 28 de febrero de 1907 y ya desde su adolescencia cultiva su capacidad para la narrativa, armonizando una composición en viñetas única, con la creación de unos personajes que se mueven por sí mismos en el relato obteniendo la calidad que caracteriza su trabajo y que se expresa en buena parte de su obra. Durante su época preuniversitaria publica sus primeros trabajos en rotativos tales como The Dayton Journal o The Miami Daily News firmando una obra, no profesional, que lleva por título Chic and Noodles. Cursa estudios de arte en la universidad estatal de Ohio iniciando su carrera en periódicos locales. Durante los primeros meses de 1932, hallándose trabajando en el Columbus Dispatch, trabaja como “negro” (artista no acreditado) para Bill Dwyer cuando éste asume la realización de la serie Dumb Dora para el Premier Syndicate. Es una obra sencilla y sin pretensiones publicada en tiras diarias y páginas dominicales a partir de 1924 con ilustraciones de Chic Young y cancelada en 1935 cuando su titular era Bud Counihan. Bill Dwyer le paga por debajo de su calidad, aprovechándose de la necesidad de Caniff de ingresos regulares al estar recientemente casado. Su innata habilidad logra en este cómic una importante mejora tanto en el diseño gráfico como en sus argumentos, al convertir la obra en un serial con aspiración realista que narra la vida y amoríos de una estudiante de clase alta.

La situación laboral en Ohio finaliza al ser contratado en 1932 por Associated Press con sede en Nueva York. Caniff mejora su trazo, lo hace más ilustrativo y va mejorando la composición. La serie de pannels (chistes expresados en una sola viñeta) sobre temas de actualidad, titulada The Gay Thirties [fig.1, a la derecha], o la serie infantil Puffy the Pig, se benefician de estas mejoras. Es con Associated Press Syndicate cuando realiza su primera obra en cómic, Dickie Dare, iniciada en tiras diarias el 31 de julio de 1933 y finalizando su trabajo con la tira del 11 de mayo de 1934. Este título fue continuado por numerosos autores hasta su cancelación definitiva en octubre de 1957. Es una obra atractiva en la que un niño (Dickie) se mete en aventuras imaginarias a través del tiempo y del espacio, conociendo a personajes históricos o mitos populares como Robin Hood, Robinson Crusoe o el General Custer entre otros. Este coqueteo con los pastiches tiene un componente pomposo que se va diluyendo cuando entra en escena el escritor y aventurero Dan Flynn. La historia deriva a un catálogo de aventuras de ambos personajes que no dejan de ser un precedente de los que serían protagonistas de su gran obra inmediata.

En 1934, el capitán Joseph Patterson, editor del periódico New Yorker Daily News, le contrata para dar origen a la magna Terry and the Pirates (titulada en español: Terry y los piratas, Aventuras de un muchacho en China o La reina de los piratas) obra que en cierto sentido es una prolongación estética de Dickie Dare (de hecho el joven protagonista pasa a ser el propio Terry Lee y el novelista "Dynamite" Dan Flynn adquiere los rasgos y la personalidad del vagabundo Pat Ryan) [fig.2], que posteriormente evoluciona para convertirse en una de las obras primordiales del arte de los cómics. Terry and the Pirates se inicia como tira diaria el 22 de octubre de 1934, ampliándose a páginas dominicales a color a partir del 9 de diciembre del mismo año. Tras mantenerse tanto con argumentos como con personajes clave diferentes (Burma y Normandie Drake en las tiras a blanco y negro y Dragon Lady en las páginas semanales a color) [fig.3 y 4], se unifican en una sola línea argumental a partir del lunes 24 de agosto de 1936 siendo la primera página dominical el 30 del mismo mes y manteniéndose con este formato hasta el cese de Caniff, el domingo 29 de diciembre de 1946. La obra continúa con el mismo esquema de publicación y distribuida por el mismo Chicago Tribune-N.Y. News Syndicate bajo la autoría de George Wunder con asistencias no acreditadas de Wallace Wood, Frank Springer, Don Sherwood o George Evans hasta el domingo 25 de febrero de 1973. Ese mismo día Milton Caniff comenta con cierta ironía que Terry Lee había muerto en acto de servicio, aunque en realidad su magia había cesado tras su abandono, décadas atrás.
 

                  

Fig. 2: Pat Ryan.

Fig. 3: Burma

Fig. 4: Dragon Lady

 El compromiso de Caniff con las fuerzas armadas de su país, y en general con su política, se cristaliza en su notable colaboración en los boletines y publicaciones de distribución exclusivamente militar representados por la agencia Camp Newspaper Service. Desde el 11 de octubre de 1942 crea para dichas publicaciones una derivación de su serie estrella, Terry and the Pirates, protagonizada por la voluptuosa Burma, de corte picaresco y elegante toque erótico. Ante las protestas airadas de su antiguo syndicate y rotativos que publican dicha serie, la rubia protagonista cede la batuta a la morena Miss Lace desde el 10 de enero de 1943, con lo que la serie toma el título de Male Call, título que conserva hasta su cancelación el 3 de marzo de 1946.

Tras la despedida del Chicago Tribune-N.Y. News Syndicate, Caniff comienza con su siguiente obra, Steve Canyon (Luis Ciclón en España) [fig.5, a la izquierda], reservándose la propiedad de la misma y confiando su distribución a Field Enterprises. La curiosidad de la industria al conocer el trabajo preliminar de esta obra hace que sea contratada por muchos diarios antes de su inauguración, que tiene lugar el 13 de enero de 1947 con un formato de publicación idéntico al de Terry and the Pirates. Inicialmente toma partido por la masa de ex combatientes de la II Guerra Mundial y su problema de inserción en la vida civil siguiendo la pauta ideológica impuesta por el director William Wyler en su premiada película The Best Years of our Lives (Los mejores años de nuestra vida) de 1946, basada en la novela Glory For Me de McKinley Cantor. El homenaje que rinde a la cinta de Wyler se hace evidente en las tiras diarias publicadas entre el 20 y el 22 de abril de 1949, en las que el autor dibuja con seguridad los rostros de los actores que intervienen, como Teresa Russell, Dana Andrews, Frederick March, Mirna Loy o el “oscarizado” Harold Russell, actor minusválido y excombatiente que se interpreta a sí mismo.

TERRY AND THE PIRATES. LA NARRATIVA COMO ACIERTO CONCEPTUAL
 
La primera obra maestra de Caniff marca una extraordinaria revolución en el lenguaje de las viñetas a pesar de un comienzo lento, cargado de tópicos y con un dibujo que en cierto sentido resulta bastante caricaturesco y convencional. Tras la fusión de las líneas argumentales en una sola la narración, la obra fluye al ritmo de una historia río caracterizada por el paso del tiempo y la iniciación de un adolescente que se va convirtiendo en adulto. Debe recordarse que a mediados de la década de los años treinta son escasos los cómics que asumen una narrativa de serial, bien en episodios más o menos independientes, caso de Mandrake the Magician (Merlín el mago moderno, El mago maravilla en nuestro país), Secret Agent X-9 (Agente secreto X-9, Agente secreto, X-9 Agente secreto), Brick Bradford (Brick el indomable, Dick el precursor), Flash Gordon (Flas Gordon, Roldán el temerario), Jungle Jim (Jim de la jungla, Jim de la selva, Jim el temerario), The Phantom (Fantomas, El hombre enmascarado, El hombre fantasma), Radio Patrol (La patrulla de la radio, La policía de la radio, El auto-radio policiaco, Pinki y la patrulla móvil, Pinky el patrullero), Tarzan de Burne Hogarth e incluso Li`l Abner (El chiquito Abner, Mamá Cachimba), o en forma de una historia continuada como en el caso de la modélica Prince Valiant (El Príncipe Valiente). Bien es cierto que esta obra solo se publica en formato página dominical (con lo que la vertebración de su narrativa es más simple… o menos artificiosa) y que su aparición en los rotativos es posterior ya que se inicia el 13 de febrero de 1937.

La narración en ambos soportes conjuntos (el diario en blanco y negro y el suplemento semanal en color) supone enlazar argumentalmente una serie de variables directamente relacionadas con los lectores. De esta manera existen usuarios de las tiras diarias, esto es de lunes a sábado, lectores exclusivos de la página dominical y finalmente lectores de la obra en bloque. En líneas generales es la página dominical la que marca el tono de la semana y hace avanzar el argumento, mientras las tiras diarias permiten la reiteración sosegada ya que las dos primeras suelen ser resumen de la dominical y las últimas precipitan la acción hacia un “continuará” previamente sugerido por la dominical precedente.

Las tiras diarias soportan el diálogo más narrativo, permiten el desarrollo psicológico de los personajes y sirven para dar cobertura a técnicas de encuadre (picados, contrapicados, contraluces, detallismo o por el contrario manchas de pincel) puesto que la planificación por viñetas, en las páginas de Caniff, adolece de más rigidez y pocas veces permite la experimentación. Las tiras diarias llevan una expresión narrativa más rica, puesto que su autor es uno de los que mejor dominan el claroscuro de efecto dramático.

Las dominicales obligan a un ritmo rápido, por lo que los dibujos tienden a ser eficaces al estar supeditados a una narración trepidante. Pese a todo son muchas las páginas que exhiben una calidad contrastada, tanto por el soporte literario que cobijan como por el detallismo gráfico que adquieren, sobre todo a partir de la entrada de los EE UU en la guerra.

              



Fig. 6: Hennick, en la tira del día 22-IX-1940

Fig. 7 y 8: Las dos tiras de los días 16 y 17-X-1941 

En la narrativa de Caniff, uno de sus puntos fuertes descansa en el minucioso estudio y la progresión de sus personajes, siempre poliédricos, que pese a mantener buena parte de los “tics” de los arquetipos, también sustentan una humanidad palpable que recuerda el tratamiento que les imprimía el maestro cinematográfico Howard Hawks. La rotación de personajes apareciendo y desapareciendo del relato, siguiendo la pauta de unos señuelos argumentales variados, es sencillamente magistral. Esta afirmación se ilustra con claridad en la progresión de un personaje como Raven Sherman, solterona flaca de escasa autoestima, con aspecto físico que recuerda a la pizpireta Katherine Hepburn, y dada a las obras de caridad. Su presencia en la serie arranca en el papel de una misionera maternal con los huérfanos chinos, pasando por intrigas de alta comedia en hoteles de lujo en la cosmopolita Hong Kong, recibiendo y resistiendo los coqueteos del varonil protagonista Pat Ryan para finalmente caer enamorada perdidamente de Dude Hennick [fig.6] y morir en brazos de su amor en una memorable tira diaria sin textos que se prolonga en extraordinaria panorámica. Ésta, que se publicó los días 16 y 17 de octubre de 1941 [figs. 7 y 8], ilustra un paisaje desolador, una tumba, con Terry de testigo y un desconsolado y lloroso Hennick. El episodio, de fuerte componente dramático, conmueve a buena parte de los lectores y son numerosas las cartas recibidas a la dirección del syndicate que expresan la protesta por la muerte de la monjil y apasionada Raven (cuervo) Sherman.

La maestría narrativa de Caniff se expresa además en la alternancia de argumentos ya sean dramáticos, melodramáticos o de alta comedia, que vienen a tener una duración de entre ocho y diez semanas, sobre todo durante la primera parte de la serie, es decir, desde su inicio hasta la entrada de los EE UU en la II Guerra Mundial (finales de 1941)
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Figuras 9 y 10.

Las páginas dominicales fechadas el 21 y 28 de mayo de 1939 ofrecen un pasaje argumental relacionado con la alta comedia, género en el que Caniff era un consumado maestro. El cada vez más protagonista Terry Lee va desplazando en interés al aventurero Pat Ryan. La vereda hacia la vida adulta del personaje hace que despierte el interés, sentimental, de buena parte del elenco femenino de la serie.

 

  

En estas medias páginas dominicales se aprecia a un tímido adolescente pidiendo a la reina del “glamour”, la bellísima Dragon Lady, que le enseñe a bailar y a cortejar a la joven dama April Kane, aparentemente interesada en un joven heredero británico de rostro ratonil.
Lo que ofrece pocas dudas es que la capacidad creativa de Caniff para la narrativa gráfica supera, con creces, la rémora que supone el estar vinculado a una ideología que resulta tan alejada de los cánones europeos
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La alta comedia tiene uno de sus mejores ejemplos en el episodio fechado entre el 14 de mayo de 1939 y 2 de julio de 1939 [figs. 9 y 10]. Comedia humana y cosmopolita ambientada en Hong Kong donde una temible (y herida) Dragon Lady, una de las grandes protagonistas de la obra, enseña a bailar y seducir a un joven Terry para que este pueda ejercitar sus hábiles enseñanzas ante April Kane [figs. 11 y 12], una adolescente cargada de personalidad y tan enamorada de Terry como manipuladora del muchacho y de su entorno. Dragon Lady es uno de los grandes hallazgos de la obra, de manera especial en la primera parte de la misma, logrando gran importancia en la segunda. Con un rostro similar a las facciones duras de Joan Crawford [fig. 13] a las que se la añaden las equinas de Marlene Dietricht y demostrando su elegancia de gran dama ataviada con ropajes de alta costura, su riquísima personalidad oscila entre una temible espía, una señora de la guerra con vocación nacionalista y populista [figs. 14 y 18], una cariñosa matrona tolerante ante damiselas adolescentes [fig. 17], una mujer fatal y finalmente una señorita enamorada del aventurero Pat Ryan [fig. 15]. Su bien pautada evolución le hace, en la segunda parte de la obra, manifestar una atracción sensual profunda hacia el joven Terry [fig. 16]

      

 

                           


Figs. 11 y 12: April Kane, modelo y dibujo.

 

 

 

Figura 13. La inspiración de Caniff para la realización de Dragon Lady está basada, principalmente, en el personal y hermoso rostro que la actriz Joan Crawford (1904-1977) tenía en la década de los años treinta del siglo XX. Década en la que protagonizó más de una veintena de películas entre las que destacan Grand Hotel (Gran Hotel de Edmond Goulding, 1932), Today We Live (Vivamos hoy de Howard Hawks, 1933), Sadie McKee (Así ama una mujer de Clarence Brown, 1934), Mannequin (Maniquí de Frank Borzage, 1938) o las celebradísimas dirigidas por George Cukor, The Women (Mujeres, 1939) o A Woman’s Face (Un rostro de mujer, 1941). La señora Crawford tuvo una vida intensa de gran promiscuidad con compañeros sexuales masculinos y femeninos. Se casó en cuatro ocasiones entre otros con la estrella Douglas Fairbankns Jr., el actor Franchot Tone y con Alfred Nu Steele presidente de Pepsi-Cola del que enviudó. La imagen muestra Milton Caniff entregando personal obsequio a Joan Crawford en el sesenta cumpleaños de esta, el 23 de marzo de 1964.

 

 

Figs. 14, 15, 16: Pat Ryan besa apasionadamente a Dragon Lady (tira diaria del 29-IX-1939), haciéndola ver que las damas necesitan el amor de un hombre para su completa realización. Tres cuartos de siglo después el mensaje que se desprende de estas viñetas resulta tan chusco que no admite comentarios, pese a la perfecta ejecución de la secuencia en cuatro viñetas con unas manos que son todo, expresión. La tira diaria fechada el 19 de marzo de 1936 y recogida en figura 19 mantiene este tan anticuado, y falaz, mensaje. 
Por el contrario, en las figuras 16 (a la derecha, en color), 21 y 25 (más abajo ambas) los ósculos, además de aparentar un compromiso menor, son más apetecibles para la pareja implicada pues no existe intento de dominación en ninguno de ellos.



En la figura 52 (véase más adelante), el beso es un acto simbólico con el que el inicio de un posible amor entre el protagonista absoluto de la obra, el oficial de vuelo Terry Lee y la WAC Big Jane pasa de ser una realidad ideal a un amor frustrado. Además es uno de los mejores finales que se han narrado en cómic.

 

 

 

Buena parte de los episodios melodramáticos tienen como protagonista a Burma, aparente mujer fatal, una aventurera, relacionada con la vida nocturna de Singapur con un aspecto que recuerda a la actriz Jean Harlow con angulosidades faciales propias de Marlene Dietricht. Su primera aparición es el 24 de febrero de 1936 bailando los sones de la tonada St. Louis Blues, famosa canción compuesta por William C. Hardy. Su personalidad queda inicialmente reflejada en las diarias que van del 2 al 7 de marzo de 1936 en las que un inspiradísimo Caniff retrata hasta los últimos rincones del alma y los penúltimos de su cuerpo. De notable influencia cinematográfica resulta la semana del 16 al 21 de marzo del mismo año [fig.19] que relata a un ritmo secuenciado la forja y consumación de un tórrido beso con Pat Ryan. En este primer arco argumental con Burma, que finaliza el 29 de agosto de 1936, el autor mezcla con precisión elementos de melodrama y alta comedia en donde las influencias de los maestros cinematográficos del género como Preston Sturges, Frank Capra o Howard Hawks se muestran sin cortapisas. Burma es uno de los grandes activos de la serie [figs. 20, 21, 22] y, como Dragon Lady, su presencia y su poderosa y cándida personalidad están en todo el relato, aunque decrecen sensiblemente a partir de 1942, cuando EE UU entra en guerra con Japón.

 

 
 
Figs. 18, arriba a la izquierda, 19, sobre estas líneas, en color, 20, a la izquiera -la inferior en blanco y negro-, y 21 y 22, debajo, en color.
   

 

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Creación de la ficha (2009): Eduardo Martínez-Pinna. Con edición de Juan Manuel Bosque Sendra, Rafael Ruiz y Manuel Barrero
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
EDUARDO MARTÍNEZ-PINNA (2009): "Milton Caniff y Terry and the Pirates. La maduración del medio. El cómic para adultos", en Tebeosfera, segunda época , 4 (22-X-2009). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 28/IV/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/milton_caniff_y_terry_and_the_pirates._la_maduracion_del_medio._el_comic_para_adultos..html