Jean De Mesmaeker cursó estudios de artes decorativas en el Instituto Saint-Luc de Bruselas y, como siempre le atrajo mucho la historieta, a los dieciocho años presentó unos trabajos a Fernand Cheneval con la esperanza de publicarlos en la revista Heroïc-Albums, que Jean seguía con deleite todas las semanas. Comenzó a trabajar profesionalmente en esa revista como historietista en 1953, primero con obras sueltas de detectives en acción y luego con la serie continuada Ginger, también del mismo género, pues su estilo comulgaba perfectamente con el dinamismo, pese a ser semicaricaturesco, en consonancia con los estilos de Franquin o Uderzo en aquel momento. Tras desaparecer del mercado la revista que le acogió, en 1956, De Mesmaeker, que había adoptado la firma acrónima Jidéhem, llamó a las puertas del sello Dupuis. Allí su trabajo fue apreciado por su calidad, si bien planteó problemas con la censura imperante por entonces, celosa de que los niños no accediesen a contenidos cargados de violencia, como lo era la serie Ginger. Con posterioridad, se sumó a los integrantes del taller de Franquin, por entonces abrumado por el trabajo en la revista Spirou y con la serie Gaston, y comenzó a encargarse de los fondos de la serie Spirou et Fantasio (a partir del álbum Prisonnier du Bouddha) y luego también de Gaston Lagaffe.
A pesar de que le acompañaba el éxito y gozaba de la aprobación del público por su labor a la sombra de Franquin, Jidéhem deseaba desarrollar una serie propia y terminó desarrollándola bajo el título Starter contre les Casseurs, la cual comenzó a ofrecerse en álbumes a partir de 1959. La serie obtuvo buena acogida y continuo durante años, hasta 1995, a veces sobre guiones de Vicq. Otras series en las que participó fueron: Les histories de Bonux-Boy (en 1960), Sophie (entre 1968 y 1993, aunque ha sido reeditada hasta 2016), Natacha (entre 1981 y 1983), Les Robinsons du rail (1981), La Ribambelle (desde 1984) y alguna participación en la publicación erótico festiva Chansons cochonnes (de 1990 a 1993, año de su retirada), todo ello sin dejar de colaborar nunca con Franquin en las aventuras de Spirou y de Gaston.