Carlos María Federici

Escritor, teórico, guionista y dibujante uruguayo, aunque en los últimos 45 años Carlos María Federici ha desarrollado una actividad centrada principalmente en la narrativa, sus incursiones en la historieta pueden calificarse de pioneras.

Nacido en Montevideo cuatro días antes del ataque japonés contra Pearl Harbor, el autor lleva residiendo en la capital uruguaya durante más de medio siglo, aunque en el desarrollo de sus ficciones haya tocado lejanas tierras o aun el borde extragaláctico.

En 1968, cuando ya hacía siete años que viera publicado su primer relato escrito, hizo su debut como historietista con Barry Coal, una tira de carácter policiaco que significó el primer intento uruguayo de emular, dentro de un mercado de ínfimas propor­ciones, el profesionalismo de los maestros del Norte. Esta serie precedió por cosa de un mes a Dateline Danger! (de John Saunders y Al McWilliams), la que se considera la primera tira de factura estadou­nidense que integraba un protagonista afroamericano. Barry Coal era un investiga­dor de raza negra que solucionaba sus casos asis­tido por dos auxiliares caucásicos. La tira tuvo vida efímera, ya que el periódico que la albergaba fue suspendido por razones políticas. Fue el fin, también, del seudónimo “Charles Fedson” (nombre de uno de los personajes de la serie), con el que el autor firmó aquel trabajo.

De 1973 es Dinkenstein, una variación sobre el mito de Frankenstein que quiso ser a la vez un sentido homenaje a los comic-book makers de los años cincuenta y a los clásicos filmes de horror del sello Universal y que quedó inconclusa cuando se habían publicado sólo ocho páginas. Apareció en la revista argentina Noches de Horror núm. 11 (s/f); luego formó parte de la antología editada en Bélgica Avoir du chien et être au parfum núm. 17 (diciembre de 1976), y por fin se reprodujo en Uruguay, primero en la revista Medio Tanque núm. 1 (abril de 1988) y luego en Más Allá de la Media Noche núm. 1 (1985). La crítica reconoció en esta historieta "un auténtico sabor a nostalgia".

"Jet" Gálvez (1980-81) puede considerarse el producto más duradero del autor en el campo de la historieta, así como el que más atención concitara en su momento. Publicada en una revista destinada a audiencias juveniles (Patatín y Patatán), sus temas de ciencia ficción en clave semihumorística pronto se vieron favorecidos por las preferencias de los lectores. Tanto el autor como su personaje (otra novedad en el medio) supieron mantener una fluida relación interactiva, en la que cabía incluso que se solicitaran por parte de los lectores viñetas especialmente diseñadas, que el historietista debía esforzarse por adaptar al desarrollo de la trama.

Tras esta gratificante experiencia, las condiciones cambiaron, y Federici dejó de sentirse a gusto en el campo de la narrativa secuencial tal como iba perfilándose luego de los años setenta, por lo que decidió hacer un paréntesis y concentrar sus esfuerzos en la narrativa. Hasta 1999, con la aparición de la revista Balazo, no regresó al género, primero como articulista, luego con un guión, Disparo virtual, que dibujó su amigo Eduardo Barreto, y por fin con Tribunal militar (2000), recreación de un proyecto iniciado muchos años antes, que reescribió y reestructuró gráficamente en una versión especialmente concebida para esa publicación. En 2009, a instancias del dibujante, adaptó su cuento Complejo de culpa como historieta de dos páginas para Freeway, revista de pequeño formato (11 x 15 cm) auspiciada por el Ministerio de Cultura, que dibujó el propio Barreto.

En la actualidad, la relación del autor con la historieta se limita al coleccionismo, contando en su colección con algunos ejemplares (muchos de ellos virtuales) que con toda propiedad pueden ubicarse entre los clásicos del medio.

Ha recibido el Premio a la Trayectoria en la edición de 2005 de Montevideo Comics y el Morosoli de Plata de la Fundación Lolita Rubial en 2010.

Relación de artículos publicados en Tebeosfera (primera época):