2 de agosto de 1985. Ohio. Clausura de la I Exposición de
“Sequential Art” (historieta, según Will Eisner) celebrada
desde el 19 de mayo en la
Library of Comunication and Graphic Arts de la Universidad del
Estado de Ohio.
Era la primera exposición
dedicada a los cómics que se hacía en EE UU desde una óptica
académica. En la entrada, un grupo de universitarios
fanáticos de los cómics, eufóricos por la elevación al grado de
arte de su afición, practicaban el schmoozing (actividad
que, más o menos traducida, viene a significar trapicheos varios
y comentarios sobre tebeos mantenidos entre aficionados):
-¿Os habéis dado cuenta –planteó Richard- de que si echamos
cuentas el año pasado hubo más títulos en el mercado de los que
hubo en los anteriores cuarenta años? Contando los indies,
claro, aunque Marvel se lleva la parte del león. Sigue
siendo la que más volumen de negocio tiene.
-¿Incluso con las series de bárbaros? –inquirió Harvey- Tengo
entendido que Conan the Barbarian está de capa caída pese
a que siga dibujando allí Buscema y ese chico nuevo que le
imita, o que le plagia, yo qué sé, un tal Gary Woopischt…
-Kwapisz.
-…o eso, Walpizt; lo que sea. Y The Savage Sword of Conan,
yo a mí es que el Wrarrl ese, el cara de higo, o el Bor Aq,
el pirata tullido, esos que se sacó de la manga Fleischer, pues
que no me gustan nada. La revista cada vez nos cuenta peores
historias, o son las mismas de siempre pero con un Conan más
simplón. Bueno, están los dibujos de Redondo o Marcos, los
filipinos que siempre cumplen, y el Walpisch ese también..
-Sí, hombre, no jorobes, los bárbaros siguen bien –aclaró
Reggie- Desde la peli del Milius todo les va viento en popa. O,
a lo mejor, es eso lo que las sostiene: las rentas. Fíjate en
una cosa, en el año 1983 hasta en Epic Illustrated, la
revista, aparecían bárbaros, como aquel “Ghuntarr the Undaunted”
de Roger Stern
y un tal De la Fuente, ¿os acordáis? Y Marvel prosiguió la tercera
serie de Kull the Conqueror. Y, oye, las historietas no
estaban del todo mal, dibujos de Bolton, Vess, Buscema… ¡y qué
portadazas de Michael Golden, Sienkiewicz, hasta de BWS!
-Es verdad, haciendo memoria, recuerdo el verano del 83. Estando
yo en California de veraneo salió el Volumen 3 de Red Sonja,
aunque a mí no me gustó mucho aquello de Dave Simmons y
Vince Colletta, ¡Bah, estaba fatal dibujado! ¿Eh? Incluso Marvel
lanzó aquella colección, la de los muñequitos (¿cómo era?), ah,
sí, Amethyst, Princess of Gem World. ¡Qué coñazo! La
hacían Dan Mishkin y Ernie Colon, me acuerdo porque apunté los
nombres en la lista que llevo en mi carpeta de “autores cuyos
cómics no compraré”. Doce números para niñatos fueron, ¡ja!
-Colon era filipino también, ¿no? –dijo Reggie- Lo recuerdo de
DC. Allí hacía otra serie de fantasía heroica, Arak.
A lo mejor se fue a Marvel porque a la altura del núm. 22,
que yo compré la serie aquella, comenzaba a dibujar Adrian
Gonzales y Alfredo Alcalá, que a mí me gustaban bastante. Lo que
pasa es que aquí lo que flaqueaban eran los guiones, porque la
parejita de guionistas, Roy y Dann Thomas, no daban pie con bola
con la historia medieval europea. ¡Brujos católicos, tío;
pusieron brujos católicos a luchar contra Arak y su equipillo!
Pero los filipinos es que definían a los personajes de putamadre,
tío, sobre todo a los femeninos. ¡Nunca olvidaré a Valda, la
chica aquella! ¡Hasta consiguió una miniserie propia, y la
dibujó Dick Giordano!
-Bueno, tranqui, no te excites –le atajó Richard-. Aunque tienes
razón: era para estar emocionado aquellos años, y más en DC, que
se lo hizo guay con la espada y brujería. Arak en
realidad fue una serie estupenda. Y si hacéis memoria
recordaréis que sacó entonces Arion Lord of Atlantis, que
era ya otra cosa también maja, no tan sangrienta ni tan bruta
como lo de Conan; ésta tenía brujos más antiguos y magias más
sofisticadas, no sé, a mí me iba más… era como más, como más…
intelectual.
-Y más Tolkien...
-Y más Leguin.
-Y la Pacific sacó también aquel año otra cosa, Edge of
Chaos, ¿no? Que la hacía Gray Morrow, creo, y también iba de
un héroe de Atlantis, como Arion o como Namor y Kull.
-Ya, ya –interrumpió Richard- pero esos Atlantis no tenían nada
que ver los unos con los otros, tenlo en cuenta. Lo que sí me
llamó la atención es que allí
llegó a colaborar uno de los
hijos de Joe Kubert, tíos, Adam Kubert. Ya veis que las nuevas
generaciones llegan pronto. ¿Será algo este muchacho? Porque
superar a su padre va a ser muuuuy difícil... Y ya que
hablamos de Arak… ¿recordáis la cresta mohawk que tenía? Pues se
la cambiaron a la altura del núm. 29, no se si os percatasteis.
Cantaba un huevo la cresta. El año pasado es que hubo tela de
cambios. Yo me acuerdo de aquella serie tan rara del final de
83, la de Frank Miller, Ronin, la de samuráis, ¿te
coscas? Sí. Era un punto. Y era en aquel papel satinado, como
aquellos dos numerazos de Kull, y te decían los números que iba
a durar y todo. Las series del sello Epic iban con el mismo
rollo, a las librerías especializadas y con el papel bueno que
brillaba y con numeración fijada desde el principio, como lo que
hizo la feminata de Christy Marx, Sisterhood of Steel,
que dibujó Mike Vosburg. Salían una tiarronas guerreras
cojonudas, pero el tebeo era realmente ñoño ¿verdad? Y había que
ir a comprarlo a la librería especializada. En cierto modo era
un rollo. ¿No?
-Ya, pero hoy todo es así –dijo Harvey- y seguís sin responder a
mi pregunta sobre las series de Conan, listillos, tanto que
sabéis.
-Vale, te informo: Conan the Barbarian ha seguido en plan
insulso, con el Buscema y el Chan de siempre, pero vendiendo
bien, por lo que me han chivado, como 400.000 ejemplares por
mes, más o menos (te hablo de cifras de diciembre de 1984,
rondando el núm. 165 de la cole). Los editores han decidido que
había que volver a plantear la serie en plan saga otra vez y han
rescatado de la muerte al Fafnir, aunque a mí el guión este
nuevo no me acaba de molar. De The Savage Sword ya te
contaba y ahora ha empezado a guionizar allí un tal Larry
Yakata, desde julio de 1985 le veo, que no sé quién es ni nada,
pero la ha terminado de cagar. La Sonja ha caído en manos de
Mary Wishire, que la describe como muy aventurera al Nestor
Redondo, Pat Broderick y otros, pero flojea que es un gusto. Es
aguerrida y aburrida. Lo mejor es lo de King Conan,
bueno, no, Conan the King, que le cambiaron el título,
porque montaron aquel circo de “La muerte de Conn”, que no está
muerto ni nada, pero que luego se puso muy interesante con lo de
declarar guerras a otros países cercanos y tal.
-Como quiere hacer nuestro presi ¿eh? ¡Ja!
-Naaah, ya verás cómo no –rió Harvey-. Oye, la serie esa de
Conan the King sí que me la hago. Es que la dibuja Marc
Silvestri, que es un tío de putamadre, y las tintas las hace el
Geof Isherwood, otro que me encanta, es un monstruo. Pero pasó
algo, ¿no? Dejaron colgada la trama en el núm. 28, el de mayo,
para empezar otra nueva etapa, esa de las guerras, más épica, en
lo que anda metido el Don Kraar, y a mí aunque me gusta el tema,
el dibujante es ahora el Mike Docherty, otro como el Kgapislch
ese, y no me mola nada de nada.
-Los dos copian de Buscema. Dales tiempo.
-Entonces, las cosas no les van tan mal a los bárbaros ¿eh,
tíos? –intervino Reggie claramente excitado- ¡Hasta seis títulos
en un mes durante el año 1984 todos de bárbaros, tíos, y durante
el resto del año por lo común había cuatro series o algo de
espada y brujería! ¡Un buen porcentaje para una editorial que
publica 50 títulos al mes…
-Un 8%, ¿y?
-Joder, pero está lo del Epic, tío, ¡que están publicando
el Marada the She-Wolf, que es de Claremont y Bolton, y
que es una jodida maravilla, tío! Por lo visto, ¿sabéis?,
querían hacer una historieta de Red Sonja, pero a lo bestia,
¿eh? Pero hubo problemas con los derechos del personaje, que
ahora estaban bailando de mano en mano entre productores de la
industria del cine. ¡Bah, gentuza con dólares por pupilas! ¡Qué
pedazo de novela gráfica, tíos, y con esos dos grandes de los
grandes ahí…! Aunque, ojo, tíos, que los figuras se están yendo
de las coles de bárbaros, que se han quedado como terreno de
pruebas para inmigrantes cutres como el Docherty ese o el
Cuapischt. Sólo hay que hacer cuentas tíos: Starlin está en
Dreadstar; el Simonson, tanto que hacía espada y brujería
tanto que hacía, en Thor lo tienes; al Miller ya no lo sacas del
Daredevil ni palahostia, ¡si hasta el BWS está haciendo
Machine Man! Ahora lo que está pegando tela es el John
Byrne, con su Alpha Flight, ¡Y las Secret Wars
esas, qué flipe!
-Bueno Reggie, algo de tu fantasía heroica adorada hay, hombre.
Ya sabemos que Conan ya no huele el top ten ni por asomo,
pero ahí lo tienes, incluso con su propio Handbook of the
Conan Universe, je, y una graphic novel también, la
de The Witch Queen of Acheron. ¿Eh?
-Ya –repuso Harvey- Yo creo que estos aleteos de buena esperanza
para Conan los está dando por causa de la segunde peli, la
secuela ¿La habéis visto? Es peor que la primera, pero mantiene
al personaje en el candelero.
-A mí la peli me gustó –le cortó Reggie- ¡Jua, jua, vaya elenco,
tíos: una jamaicana, ¿eh?: la Grace Jones, un jugador de basket,
¿eh?: el Kilt Chamberlain, el “Terminator”, que aquí está peor
que con gafas de sol, la verdad sea dicha… Pero mola. La peli va
en plan guapo, tíos, desmitificando, más desenfada que la
primera ¿eh?
-Bah, un pastiche hiperviolento de final apresurado y talante
italiano, como los spagueti western. He leído que Kart
Edward Wagner está desarrollando el guión de la tercera parte
desde al año pasado… A ver si mejora la cosa.
-Bueno, ya veremos.
-Eso, ya veremos. Oye, habéis leído lo último de los X-Men,
cada día está mejor la serie ¿eh?
-Yo también sigo los Fantastic Four de Byrne, y las
nuevas miniseries de Epic… Es que la oferta crece mogollón y
cada día hay más cosas.
-Sí, un montón. Os habréis enterado de lo de First, ¿no? Demandó
el año pasado a Marvel por considerar que estaba «intentando
monopolizar el mercado».
-JE,
perdió, según tengo entendido...
...
Comenzó a soplar una leve brisa fría vespertina, habitual en
Ohio. De las que preludian las tormentas de verano. Ellos
siguieron con la conversación hasta entrada la noche clara.
Tiempos de sabor para el comic book.
Sin duda grandes tiempos. |