TEBEOSFERA \ SECCIÓN  

NO SÓLO SON TEBEOS / 7

 

 

 

 

por MANUEL BARRERO  

 

                          [Portada del número de enero de El Batracio Amarillo, donde aparece caricaturizado el concejal de IU con el puño en alto © 2003 El Gato]


De viñetas y tribunales, parte 6.


Introducción Antecedentes en el mundo Precedentes en España Caso Martín vs. Ramírez
Soluciones a gritos Caso Pérez vs. Martín Libertad de expresión Conclusiones

 

El caso Pérez vs. Martín

El día 14 de enero fue difundido por agencias de prensa el siguiente comunicado:

«Un concejal de IU en Motril denuncia por agresión al editor de una revista satírica
MOTRIL (GRANADA), 14 (EUROPA PRESS)
El concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Motril (Granada), Bonifacio Pérez (IU), presentó hoy en el juzgado de guardia de esta ciudad una denuncia por agresión contra el editor de la revista satírica "El Batracio Amarillo", Javier Martín, que le habría roto las gafas e intentado propinar un manotazo en el transcurso de una pelea ocurrida ayer a las puertas de la casa consistorial.
En declaraciones a Europa Press, Pérez recordó que los hechos sucedieron al mediodía de ayer, cuando él salía del Ayuntamiento en compañía de otro concejal, que a su vez "se paró a hablar con otras personas". El, por su parte, tras avanzar "tres o cuatro pasos", se dio la vuelta y entonces se encontró con Martín, que le habría dedicado palabras como "fascista y vendido", entre otras.
El edil confesó haberse sentido "parado" ante estos hechos y agregó que, al pedir explicaciones a su presunto agresor, éste le "lanzó la mano" y él "echó la cabeza atrás", aunque el editor le "cogió las gafas y las rompió".
Otros compañeros del Consistorio que presenciaban la trifulca separaron a Bonifacio Pérez y a Javier Martín, que a su vez denunció al concejal por los mismos hechos y aseguró haber sido él quien recibió los insultos y la agresión.
El responsable de Medio Ambiente del Ayuntamiento declaró tener la "conciencia muy tranquila" y consideró que una agresión "no es el camino" para resolver ninguna discrepancia, a la vez que agregó desconocer los motivos por los que su oponente le habría atacado.
Aseguró que no tiene "ninguna historia con nadie" y sospechó que el incidente tenga su origen en el momento en que IU se integró como socio del PSOE en el equipo de gobierno local, que anteriormente había denunciado en varias ocasiones a la revista, lo que habría provocado malestar al editor.
Por su parte, éste apuntó a algunas críticas a la labor de Pérez publicadas en las páginas de "El Batracio Amarillo" como posible causa del comportamiento del edil y rechazó asimismo la utilización de la violencia para resolver las diferencias con nadie.»

Puestos de inmediato en contacto con el editor de El Batracio Amarillo, éste emitió otro comunicado que Tebeosfera hizo extensivo a la comunidad de historietistas y humoristas gráficos españoles:

«EL EDITOR DEL BATRACIO AMARILLO AGREDIDO POR EL CONCEJAL DE MEDIO AMBIENTE
DEL AYUNTAMIENTO DE MOTRIL
  El editor de la revista satírica El Batracio Amarillo, Javier Martín, fue agredido por el concejal de IU, Bonifacio Pérez, a las puertas del ayuntamiento motrileño.
  El hecho ocurrió a las 11'50 de la mañana del pasado día 13.  El consejal del ayuntamiento al cruzarse con el editor de la revista se dirigió a éste llamandolo "marrano", a lo que Javier Martín le respondió diciéndole que "el marrano eres tú, fascista".  Sin mediar más palabras, el concejal propinó un puñetazo en el mentón y varias patadas al editor.  El agredido, al intentar zafarse del agresor, le rompió las gafas.
  Las personas que allí se encontraban no daban crédito a lo que sucedía, pues además de la agresión, varios compañeros del político se lo llevaron en volandas ante las acometidas que éste prometía descargar sobre el maltrecho humorista gráfico.
  La ira del concejal viene motivada por las caricaturas y viñetas que desde el Batracio Amarillo se le dedican desde hace unos meses.  Dichas viñetas aluden al carácter transfuguista del concejal, pues perteneciendo a IU gobierna con el PSOE y participa del acoso y derribo que recibe esta publicación por parte del equipo de gobierno desde hace varios años. Además, desde la publicación se denuncia que el 70% de las horas extras que se realizan en la empresa de limpieza municipal que regenta "LIMDECO", se reparten entre los dos concejales de IU, suponiendo un sobresueldo de cerca de 380.000 pts. mensuales.
  Tras la publicación de esta información, dichos políticos en lugar de acudir a los tribunales y denunciar a la editorial por "calumnias", se dedican a visitar a los anunciantes "recomendándoles" que dejen de patrocinar semejante obra gráfica.
  Tras los acontecimientos, el editor del Batracio presentó denuncia en comisaría y actualmente se encuentra de baja laborar a consecuencia de las lesiones sufridas tras la agresión.
  Destacar también, que el video de los hechos que grabaron las cámaras de seguridad del ayuntamiento, se ha borrado por pura casualidad.  En definitiva, el juez dictará sentencia en su momento.»Tira de Idígoras y Pachi

 

 

 

 

 

 

 

 

La prensa se hizo eco del suceso: en el web PorraPunto, en Ideal Digital de 14-I-2003 y de 15-I-2003, Idígoras y Pachi lo hicieron en El Mundo / Andalucía (la tira del 15-I-2003, que se ofrece sobre este párrafo), y ese mismo día y en ese mismo diario Manuel Julia en su columna “Hoy miércoles” aludía a la sinrazón del concejal... Tebeosfera también reaccionó de inmediato ante lo que parecía tener visos de ser una agresión motivada por un deseo de coartar la libertad de prensa y de expresión satírica. Martín Merlo, el editor de El Batracio Amarillo nos puso sobre antecedentes:

«Las tropelías que nos han acontecido dan como para escribir un libro.  Eso es algo que hasta la fecha no nos hemos planteado.  Tampoco nunca ha llegado la persona indicada para hacerle sabedor de todos los pormenores, los buenos y los malos, de este peliculón digno de Luis Buñuel.  El sentimiento de estar solos en todo esto caló tan profundamente que no podemos sentir otra cosa que desprecio hacia el funcionamiento de las instituciones más locales, indiferencia hacia los voceros oficiales (llamados medios de comunicación ).  Teniendo en cuenta la cercanía de los denunciados y el carácter aldeano del lugar, la soledad la deberíamos haber previsto para no haber llegado al desencanto. Transcurrido el tiempo llega la hora de la reflexión.  Llegando a la conclusión de que se podía haber hecho mejor, incluso habernos ahorrado varias querellas. 

Por el 97 llegó al Batracio  una extensa documentación, cedida por un funcionario que nunca hemos desvelado (los fiscales y acusación solicitaban su nombre en todos los procedimientos. La ley nos ampara y no nos obliga a desvelar la fuente de información, lo cual hubiera sido una traición por nuestra parte y la crucifixión de dicho funcionario.), en la que se ponían al trasluz innumerables irregularidades contables, cobro de plusvalías, gastos suntuarios en el Ayuntamiento de Motril.

Con esta información en nuestras manos, decidimos publicarla.  Con la nobleza que da la juventud de los 23 años, recién llegados de la Universidad, nos embargó el espíritu de Robin de los Bosques, sentíamos que debíamos desenmascarar una maraña de influencias, mendigueos, clientelismos y trincamientos.  El Batracio vino a denunciar lo que todo el mundo sospechaba y solamente comentaban en las barras de los bares.

Tras los primeros números, y hasta 30, comenzaron  caernos las querellas y distintas amenazas veladas (llamadas anónimas, pedir escolta policial para distribuir la revista, etc.) Fue entonces, tras las primeras querellas estúpidas cuando comenzamos a calentarnos y fue aquí donde cometimos el único fallo que a mi parecer tuvimos:  Pasamos de la sátira al insulto directo.  Eso no estuvo bien, lo provocó la edad, el temperamento y la seguridad de que lo que publicábamos era cierto, acompañado de la impotencia que sentíamos al ver que nadie reaccionaba a lo que publicábamos (medios locales y clase política).  No obstante, la rabia y el coraje que esto provocó hizo que persistiéramos en nuestro intento de esclarecer la verdad, aunque fuera lo único que hiciéramos en esta vida. 

Tras los primeros números, la maquinaria oficial se puso a funcionar.  Visitaron anunciantes para sugerirles que no se anunciaran en semejante medio, requisaban cualquier Batracio que vieran suelto por la calle, editaron una revista de 24 páginas llamada "LA VERDAD", etc.  Todo esto con la única intención, evidentemente, de desprestigiar la información que nosotros publicábamos cada mes con documentación y pruebas palpables.  Sin duda, fue esto último lo que hizo que nos tiráramos de cabeza al charco.  Estaba en juego la credibilidad, nuestra palabra.  No podía vivir con la idea de que nos pudieran llamar vocingleros o verduleras.

En ningún momento, salvo en un caso y por cuestión estratégica, dejamos de publicar algo vital para provocar la querella y así coger más notoriedad.  La notoriedad alcanzada a través de los juzgados nunca es gratuita, ni económicamente ni estéticamente. Si hubiésemos sabido hacerlo bien, hubiéramos llegado a tener la misma notoriedad y habernos ahorrado unas cuantas querellas. La notoriedad no la buscábamos a través de los juzgados, esa notoriedad nos la dio la prepotencia y estupidez de unos políticos de pueblo que se sienten ganadores y menosprecian al medio. Podría contar innumerables aventuras y desventuras de todo este asunto.  Así como un extenso artículo sobre la vinculación del poder Político y el poder Judicial.

[...] cuando ha salido la noticia de que me habían pegado una ostia, llovieron los mensajes de apoyo y solidaridad.  Cuando nos pedían cárcel, la única que me llamaba era mi madre, para que comiera y no perdiera el sueño con tonterías.

P.D.:  Mi ambición más íntima es que el Batracio Amarillo llegue a cumplir 25 años, entonces puede que empiece a pensar que hemos hecho algo.  Ahora tan sólo somos una revista con 9 años de funcionamiento.  La edad de un niño que aún debe caerse doscientas veces más. Sin desmerecer los 94 números editados, creo que aún no hemos hecho nada.  Si el Batracio dejara de salir mañana, a lo sumo en un año, nadie recordaría que un día existimos.

Decirte por último, que tanto las costas de nuestro abogado, como las multas que nos impusieron, todo ha sido pagado por un servidor, jamás se ha reclamado una peseta a ningún colaborador de esta revista implicado en los juicios.  En su momento no me parecía pertinente y hoy día, después de habernos pasado el tren por encima repetidas veces, me sigue pareciendo igual.  Podemos decir que no le debemos nada a nadie y que seguimos en pié.  Seguir de pié, para nosotros ya es un gran logro.».

Hay que mencionar que salvo U, concretamente Enrique Bonet (que por otro lado es colaborador de El Batracio Amarillo), ninguna publicación teórica española especializada en cómics o humor se ha preocupado de recabar información sobre este caso directamente de Martín Merlo, ni ha montado campañas de solidaridad de tipo alguno. Al menos hasta según manifestó el editor de esa revista satírica a 29 de enero de 2003.

[ leer informe sobre la atribulada trayectoria de El Batracio Amarillo ]


ANEXOS: Informe pericial Testimonios de humoristas Sentencia Hitler SS
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Gritos 5 Comunicado Martín 1 Comunicado Martín 2 Comunicado Martín 3

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